Caro entraba a la universidad un poco más tarde de lo habitual y me llevó a desayunar a un puesto que estaba cerca de su departamento.
Carolina: ¿Te puedo preguntar algo?
Annabeth: Si, dime
Carolina: ¿Sigues pensando en Astrid?- la miré sin muchos ánimos de responder
Annabeth: ¿Por qué preguntas eso? No quiero hablar de ella
Carolina: Lo sé, pero quiero saber que sientes- suspiré
Annabeth: No la pienso y tampoco siento nada por ella- al menos eso me repetía constantemente para empezar a creérmelo
Carolina: Entiendo...
Terminando de desayunar Carolina me dijo que iba a pasar a la farmacia (estaba a escasos metros) así que me despedí, le dije que pasaría a su departamento a recoger mi bolsa y nos veríamos en la noche que estuviéramos de regreso.
Eso hice, caminé con dirección al departamento de Carolina cuando escuché la voz de un muchacho decir mi nombre...
Hugo: ¿Profesora Annabeth?- sonreía y se preocupaba al mismo tiempo
Annabeth: Hugo... - mi corazón se aceleró ¿ella estaría cerca? - ¿Cómo estás?
Hugo: Bien, pero... ¿Astrid sabe que está aquí? ¿Viene a verla? iré a buscarla - le bloquee el paso
Annabeth: Hugo no, por favor no le digas que me viste- él no comprendía todas las razones por las que eso era mala idea
Hugo: Pero...
Annabeth: Tengo que irme, que bueno que estés bien
Continué mi camino, no me iba a arriesgar a que Astrid me viera... No después de lo que pasó. Además ni siquiera me iba a quedar mucho tiempo, no debía ni pensar en esa posibilidad.
POV ASTRID
~ Martes ~
Aprovechando mis vacaciones forzadas fui con el abogado para terminar con el trámite de compraventa de mi casa, yo ya me encontraba mejor de aquella herida de bala y no necesitaba más del cabestrillo para mi brazo.
Abogado: Señorita De la Rui, en una de las habitaciones encontré esto
Astrid: Cielos, no puedo creer que la olvidé
Era la guitarra que una vez papá me regaló, me sorprendió lo bien conservada que estaba pese a estar expuesta al polvo y sin nada que la protegiera en todo este tiempo.
Astrid: Gracias- era como si papá se encargará de hacerme sentir que seguía conmigo
Abogado: En un momento más llega la compradora- informó
Astrid: Vale- nos quedamos conversando en lo que llegaban
En cuestión de 15 minutos apareció la compradora y me sorprendí al ver a la madre de Annabeth, me presentó a su amiga (la compradora) y concluimos las formalidades de la compra-venta. Me quedé un rato más (por sentimentalismo), ya todos se habían ido menos Victoria que se quedó a acompañarme.
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Mi profesora
RomanceAstrid es una chica normal como cualquier otra, no le gustaba no tener el control de su vida, pero fue obligada a dejar gran parte de éste control debido a la separación de su familia. Lidiar con problemas siempre le resultó agobiante y aterrador, s...