Astrid: Oh Dios !! ... - las vi marcharse en la patrulla esposadasSeñor de la grúa: Algunas veces eso pasa cuando se ponen difíciles, al menos no compartían las esposas - intentó hacerse el chistoso como si eso ayudará
De todos los escenarios posibles nunca creí que el que estaba divisando con Anna y Erika fuera algo que pudiese ocurrir. No obstante debía resolver lo que tenía primero a mi alcance... "Convencer al señor de la grúa no llevarse la camioneta" y así lo hice, lo aturdí con todos los términos de Derecho que me sabía (que en algunas ocasiones inventé) y conseguí de vuelta el vehículo.
~ Delegación ~
Llegar hasta aquí fue todo un lío gracias a que me equivoqué de calles varias veces, afortunadamente existía Google maps y pude resolverlo.
Cuando entre observé a varias personas en movimiento, yendo y viniendo de un lado a otro, me aproxime a la pizarra donde ponían los nombres de los detenidos para verificar los datos de la detención, pero sus nombres no aparecían, así que ya sabía cómo sacar a Anna y a Erika de esto sin tener que recurrir de Rogelio.
*Avancé hacia la ministerial que estaba de guardia*
Astrid: Hola lic, soy Astrid de la Rui, abogada, ¿Sería tan amable de llamar al fiscal?- me miró de pies a cabeza
Secretaria: ¿No eres muy joven?- sentí indignación... siempre me pasaba lo mismo
Astrid: No le voy a discutir mi juventud, pero si tiene tiempo de juzgarme también tiene tiempo para llamar al fiscal
Cuando acabé de decirlo escuché una fuerte risa detrás de la señora juzgona, provenía de un hombre canoso, alto y de hombros anchos que empezó a acercarse a mí.
?¿: Sin duda eres abogada- sonrió - soy Emanuel Pérez, fiscal ¿Puedo ayudarte en algo?- su lenguaje corporal desprendía mucha seguridad de sí mismo, así que debía darle la misma impresión
Astrid: En realidad, yo soy la que va a ayudarlo señor - lo primero que pensé fue que si algo salía mal no solamente Anna y Erika se quedarían encerradas, sino que también iba a quedar mal ante un fiscal
Emanuel: ¿En serio? ¿Cómo haría eso?- su mirada era similar a la de Rogelio cuando participaba en clase
Astrid: Tiene encerradas a dos mujeres
Emanuel: Aquí hay muchas - bromeó
Astrid: Entiendo, pero la cuestión es... que estás mujeres no aparecen en esa pizarra - la señalé- Y usted bien sabe que significa eso
Emanuel: ¿A qué quieres llegar?
Astrid: Si no salen sus nombres no deben estar aquí... y que de estar aquí ustedes estarían violando sus derechos, dañando gravemente la integridad física, moral y psicológica de mis...- ¿Amigas, maestras, amantes? No sabía cómo completar la oración - clientas...
Emanuel: De acuerdo, acompáñame - ordenó
Llegamos a la entrada de un pasillo y este se dividía en otros dos a la vez, los cuales de seguir avanzando en ellos encontraría las celdas de los detenidos.
Emanuel: ¿Cuáles son los nombres de nuestras clientas? - preguntó amablemente
Astrid: Annabeth Ruiz y Erika Muñoz
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Mi profesora
RomanceAstrid es una chica normal como cualquier otra, no le gustaba no tener el control de su vida, pero fue obligada a dejar gran parte de éste control debido a la separación de su familia. Lidiar con problemas siempre le resultó agobiante y aterrador, s...