Capitulo 39 Pensamientos

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Traté de disuadir a mi tío para que no me llevara al hospital, ya que cuando era niña la nariz me sangraba con frecuencia y sabía que no era tan grave como parecía.

Astrid: Tío, lo único que necesito es ir a casa, no al hospital- supliqué

Esteban: No estoy negociando tu salud, iré por tus papeles para utilizar el seguro médico de la escuela

Mi tío no tardo en regresar con mis papeles. Annabeth, Erika y Alex no quisieron quedarse a esperar, por eso decidieron acompañarme hasta el hospital pese a mi insistencia de no ser necesario que lo hicieran

*Llegamos al hospital*

Esteban: Iré a recepción para saber el consultorio que nos tocó - me extendió unos papeles que agarré - Alex, sigue el protocolo como si fuera una alumna normal - "soy una alumna normal" pensé

Vi marcharse al tío Esteban apurado y preocupado por mí, me sentía mal de haberle causado problemas.

Alex: Veamos... - tomó los papeles que su papá me había dado - Debemos llamar a tu contacto de emergencia- Alex ojeaba rápido los papeles buscando la parte de los contactos.

*La vi batallando en la búsqueda*

Astrid: Tal vez sea una señal para irnos y no molestar a nadie - Mi suplicio no le fue suficiente a mi prima

Annabeth: Nunca serás una molestia - me tomó de la mano con una sonrisa en su rostro

Erika: Eso es cierto, no pienses así - Anna le volteó los ojos a Erika.

Alex: ¡¡ Aquí está !!- Exclamó emocionada de al fin encontrar a mi contacto - Dice que... - se quedó mirando el papel sin decir nada

Astrid: Que...- Le hice ademán para que terminara su oración

Alex: Tu contacto de emergencia es Erika - expresó con tono plano y sin emoción

Annabeth: ¿Erika? - su mirada de desencanto me hizo sonreírle nerviosa buscando una explicación razonable para excusarme

Erika: ¿Soy su contacto de emergencia?-Me observó con curiosidad.

Astrid: Papá no estaba y necesitaba entregar los documentos con la firma de alguien -mi explicación no modificó sus miradas

Esteban: Consultorio veintiuno, Astrid-interrumpió en buen momento - Alex ¿llamaste?

Alex: No hubo necesidad, es Erika-me contempló con semblante serio

Esteban: ¡ Qué bien ! Necesito varias firmas en estos momentos para los estudios que le van hacer a tu prima- cerré los ojos, inhale y exhale profundo para mantener la calma, sabía que eso significaba que me sacarían sangre.

Astrid: ¿Me puede acompañar Annabeth?

Esteban: Sí claro, ya están esperándote en el consultorio -me sonrío más relajado- Erika ¿puedes acompañarme?- Se marcharon

Alex: Los esperaré aquí- la noté indignada

Sujeté de la mano a Anna, salimos de la sala de espera para buscar el consultorio veintiuno.
Cuando al fin lo encontramos el frío de la habitación invadió mi cuerpo, el doctor nos pidió tomar asiento, me realizó una serie de preguntas rutinarias mientras inconscientemente mi ansiedad se manifestaban con el movimiento frenético de mis piernas; Anna sonriéndome calmada colocó su mano en mi pierna derecha y sólo hasta ese momento me di cuenta de lo ansiosa que estaba.

Mi profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora