Capitulo 7 Empezar de nuevo

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La semana pasó de volada, mi relación con papá mejoró y odiaba admitirlo pero cada vez que hablaba de "ella" le brillaban los ojos, "ella" se llamaba Erika y por lo que papá me contó tenía 34 años (20 años más joven que él), y la había conocido en un viaje de trabajo en la ciudad en donde estábamos, porque ella también es maestra. No me agradaba la idea de tener una madrastra porque me sentía mal por mamá, pero por otro lado a papá se le veía mucho más joven y sano

Papá me propuso conocerla pero rechacé la oferta y me indigné con él un par de horas, el me pidió perdón y trato de disuadirme diciéndome que a Erika le entusiasmaba la idea de conocerme, le di una sonrisa falsa y le dije que era mejor así por ahora.

Salí con mi prima Alex que vino de visita a la ciudad, me contó que mamá aún estaba triste pero que mi tía (su mamá) no la dejaba sola y siempre la estaba cuidando, además me dijo que un atractivo doctor la estaba pretendiendo últimamente, lo que me hizo sentir mejor, porque mamá ya me había contado un poco sobre ese doctor.

Además también lo conocía y se me hacía un buen partido para ella... porque si papá podía seguir adelante, mi mamá también.

Le conté a Alex como me fue en mi primera semana y solo se burló de mi

Alex: Wow... Tu suerte en el amor te ha llegado, y mira que te ha venido con todo y lo que te debía ... Seducida por tu maestra, un chico guapo y un maestro con bonita sonrisa... - su sentido del humor era pesado- Y a eso hay que añadirle a tu posible padrastro y madrastra en proceso

Astrid: ¡¡ Oye !! Eso no me anima

Alex: Discúlpame- dijo entre risas- Pero creo que debes darte la oportunidad de avanzar con tu vida, así como tus papás y hermanos- se encogió de hombros- debes ponerte a ti primero y nada más - dijo echándome ánimos

La abracé y lloré todo lo que me había guardado todo este tiempo

Astrid: Gracias Alex, siempre sabes qué decirme

Alex: Cuando quieras, sabes cuanto te amo, eres como la hermana que nunca tuve - me abrazó más fuerte

Alex: Además ... Sospecho por todo esto que me cuentas, que tu maestra tiene cierto interés más allá en ti que sólo educativo- se quedó pensando- Le preguntaré a papá sobre ella y yo te diré cualquier cosa que me entere, déjalo en mis manos

Alex y yo hicimos pijamada, me divertí como hace mucho no lo hacía.
Me había olvidado de mis problemas estando a su lado, y así llegó domingo... tenía que regresar a mi realidad, me despedí de Alex y la llevé a la parada de autobuses para que regresara a su ciudad, le di un último abrazo fuerte y me fui a casa

Abrí la puerta para entrar a mi casa.
Risas y besos.

Papá: Hija -entonó nervioso- No te ... esperaba, ella es Erika ... ya te... había hablado de ella ¿recuerdas?- mi vista se posó en ella

Erika no dejaba de mirarme, fue algo extraño. Ella tenía ojos color azul, su cabello negro azabache (lo tenía recogido), piel clara y sentía que su mirada quería desnudarme.

Permanecí seria y sentí que ella no quería verme así.

Astrid: Si quieres me regreso para que estén más cómodos - dije con ironía, además me sentía de mal humor por verla con papá

Erika: Ésta es tu casa, no te vayas a ninguna parte - tomó mi mano y me hizo sentarme junto a ella- lamento que me conocieras así nada más 

Astrid: Yo... lo lamento más- dije un poco agresiva

Papá: Astrid, deja de comportarte como una bebé- expresó enojado por mi reacción con mi casi nueva madrastra

Erika: No Edgar, ella tiene razón, este es su espacio y tu prometiste no presionarla - habló demasiado comprensiva

No podía creer lo generosa que ella (Erika) estaba siendo, y como mi papá se en-suavizo con sus palabras, no podía echar a perder lo que ya había avanzado con él, así que tuve que fingir que el coraje ya se me había pasado y volverme más "comprensiva".

Astrid: Mi papá tiene razón Erika, el tiene derecho a ser feliz con quien él quiera, sólo que no estaba preparada para este momento- le dije usando mis dotes de actuación, y que al parecer funcionaron, ella me miraba con simpatía- así que te pido una disculpa, y si no les molesta, quiero dormir

Papá (Edgar): ¿No quieres cenar? Erika hizo pizza hawaiana, tú favorita

Erika: También es mi favorita- me miró con una sonrisa en los labios- no sabia que la tuya igual Astrid - asentí levemente

Astrid: Bueno... tendré que sacrificarme - papá rio por lo que dije y fuimos a la mesa a cenar

Erika me preguntó muchas cosas sobre mi, lo que me gustaba, lo que no, y yo siempre le contestaba muy cortante y seco (pero con sutileza), de manera que papá no se enojara conmigo, simplemente él sabe que "así soy" porque siempre había sido así con él, pero Erika no se rendía con sus preguntas hacia mi y mi vida, pese a mi actitud.

Erika: Es mejor que me vaya a casa- dijo esto sin dejar de mirarme, como si me dijera con los ojos que no quería irse

Astrid: Creo que ya es tarde- miré el reloj de pared- y papá se ve cansado, ¿Por qué no te quedas? - le dije esto sólo porque "al enemigo hay que tenerlo cerca"

Erika: ¿Lo dices en serio? por mi encantada de estar más tiempo contigo-  sus palabras me dejaron un poco pensativa, su manera de ser conmigo la sentía casi similar a la de la maestra Annabeth, cosa que no me agradó en lo absoluto y más viniendo de mi "futura madrastra"

Papá: Gracias Astrid, ¿y sabes? ... tal vez es mejor que ustedes duerman juntas, así se conocen mejor - la idea no me agrado en lo absoluto

Astrid: ¿No dormirá contigo?- expresé tratando de ocultar mi tono de "¿Estás loco?".

Papá: Te la presto por esta vez- me sonrió, pero no pude corresponderle de igual forma. Me parecía una horrible idea.

Erika: Gracias por tu amable invitación, Astrid

Astrid: De nada...

Erika me tomó de la mano, me dijo que le agradaba la idea de convivir más conmigo, ella me intentó abrazar, pero reaccioné apartándola de mí sutilmente (como si fuera deshecho tóxico)... a papá le dio risa, pero vi la cara de Erika de querer cambiar mi forma de ser con ella.

Mi profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora