Capitulo 10 El beso

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Bruno era bastante bueno besando, pero se le ocurrió presionar con fuerza el lugar en el que tenía la herida que me hizo Annabeth, haciendo que me separara de él por el dolor .

Astrid: ¡¡ Auch !! - retrocedí un poco de él

Bruno: Astrid... ya no aguantaba las ganas de besarte

Él iba a avanzar nuevamente hacia mí, pero inopinadamente sentí como la maestra me apartó aún más de aquel chico de osada valentía.

Annabeth: Les recuerdo que esto es una escuela, no un parque cualquiera. Así que le pido señor Bruno que se retire, antes que usted también reciba una sanción

Bruno: Acepto - dijo con extraña emoción- Me quedaré con Astrid

En ese momento me dieron muchas ganas de reírme, tal vez por los nervios o igual pudo ser por aquel acto que consideré tontamente romántico.

Annabeth: ¿Y usted cree que lo dejaré solo con mi alumna?- ella estaba realmente enojada

Bruno: Creo que éste es el salón de castigos, y por lo consiguiente, aquí se quedan los castigados- sonrió hacia mí dirección

Annabeth: Y tiene usted razón, la única castigada aquí es Astrid, así que mejor váyase - estaba tratando de disimular su enojo

Mientras ellos discutían lo del castigo, saqué mi celular para decirle a Lizbeth que estaba castigada y que me disculpara con el profesor Rogelio. Realmente estaba triste porque era una gran oportunidad para mi, y no había podido cumplirla por un tonto castigo que ni siquiera sentía válido.

Bruno: No me iré a ningún lado sin Astrid - decretó con firmeza

Era irónico que yo no quisiera estar castigada y él sí. Además me sorprendía que la profesora no lo hubiera castigo ya, seguramente de haber sido yo, no lo estuviera pensando tanto.

Astrid: Bruno... no quiero que te metas en problemas ¿Nos vemos después? - alguien debía ser la sensata

Annabeth: ¿Después? - me miró disgustada a pesar que sólo intentaba ayudar

Bruno: Astrid... - me miró a los ojos (muy serio)- ¿por qué estas tan preciosa? - No pude evitar reírme y él conmigo (aunque en realidad me reí más por la tensión del momento, fue como un mecanismo de defensa).

Pero entre mi risa y la de él volteé a ver a la maestra, y creo que enojada le quedaba corto, hizo que parara en seco mi risa

Astrid: Bruno... -aclaré mi garganta, al menos debía aprovechar la oportunidad para aclarar la situación- Mereces la verdad, y por eso debo decirte que no estoy lista para tener novio de nuevo

Bruno: Yo no quiero que seas mi novia... quiero que te cases conmigo- no pude evitar volver a reír, en los momentos más serios se me ocurría reírme... pero no lo podía evitar, parecía que él lo hizo con esa intención porque reía conmigo

Annabeth: Si no se va ahora, le pondré un punto menos a su amiga en mi materia, por no dejarla cumplir sus responsabilidades, y por tratar de sobrepasar mi autoridad- nos miro implacable

Bruno: Astrid, tienes razón, hablamos después- le dijo a la maestra "Gracias por su comprensión, con permiso" y se fue del salón de castigo

Annabeth cerró la puerta y me miró enojada, estaba segura que me iba a dar otro castigo (Sólo Dios sabe de qué índole) pero alguien más entró y fue totalmente sorpresa para mi

Esteban: Anna, me dijeron que estabas en el salón de castigos, necesito que firmes estos ... - mi tío no se creía que estuviera en el salón de castigos- papeles. Señorita de la Rui... ¿Por qué está aquí?

Astrid: Me castigaron - mi tío miró a la maestra

Annabeth: Estaba haciendo escándalo durante mi clase - Eso era una mentira, pero no creí que fuera buena idea desprestigiarla delante de mi tío que sabía que yo no haría algo así

Esteban: Ya veo... ¿Qué tal si lo deja pasar esta vez?, la señorita de la Rui tiene un buen historial y apenas está adaptándose, tal vez debemos ser más comprensivos con ella - vi la cara de la maestra de "te salvaste por ahora"

Annabeth: Bueno director Esteban... usted sabe lo que opino de la disciplina, pero creo que tiene razón ... Será sólo está vez, señorita de la Rui

Astrid: Claro, gracias - ya me iba a retirar pero mi tío me detuvo

Esteban: Señorita ¿Qué le pasó en el labio?

Astrid: Me lastimé sin querer, nada importante- le dije tratando de ocultar mis nervios

Esteban: Ya veo... ya es un poco tarde, será mejor que se vaya a casa

Astrid: Tiene razón, con permiso - les dije esto y me fui de inmediato sin mirar atrás

Me encontraba en la salida cuando vi a Lizbeth y a Bruno, Lizbeth me dijo que el maestro Rogelio me había dado oportunidad de empezar el próximo lunes, y Bruno ofreció llevarnos a casa, lo cual acepté.
Dejó primero a Lizbeth en su casa y él no paraba de mirarme de reojo, lo cual me hacía ponerme nerviosa.

Bruno: No era mentira cuando te dije lo que sentía, y si quiero algo más contigo, pero será cuando tú estés lista Astrid, mientras, déjame demostrarte cuánto te quiero

Astrid: ¿Sin compromiso? ¿No vas a presionarme?

Bruno: Sin compromiso, sólo déjame demostrarte lo que siento, y si después de eso decides que aún no estás lista... yo... prometo dejar de intentar estar contigo - esto último dejó ver un poco de tristeza en su rostro

Astrid: De acuerdo... no te prometo nada... pero haré lo posible - le di una sonrisa

Bruno: Eso es suficiente para mi - llegamos a mi casa, él se estacionó y me abrió la puerta del coche, me acarició la mejilla y luego saco un pequeño frasco (pomada) y me dijo que era para mi labio, ambos reímos y el se despidió dándome un beso en la frente.

Bruno era un chico especial, pero desde que Annabeth me besó no podía sacarla de mi cabeza, aunque lo que debía preocuparme era la explicación que le daría a mi papá por mi labio, entré con temor a la casa, pero lo único que encontré fue una nota que decía "salí a cenar con Erika, regreso pronto", agradecí que me ahorré las explicaciones por el momento.

Me metí a la regadera y dejé que mi cabeza se relajara (el baño era mi lugar de confort) me toque el labio que estaba un poco hinchado y recordé el beso que me dio Annabeth y deseé que se volviera a repetir, luego recordé a Bruno y me sentí mal. Salí de la regadera, puse una película en Netflix y me quedé dormida.

*Se escucha ruido*

Mi profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora