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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ|
El sonido de sus tacones bajando las escaleras lograron captar la atención de las visitas y antes de que terminara de bajar las escaleras. Giovanni, le tendió su mano para ayudar a la terminar de bajar las escaleras.
—Señorita, es un placer que haya aceptado tener esta reunión con nosotros.. Enserio lo apreciamos—Le agradeció.
—Espero que no me hagas perder el tiempo que no tengo.—Contesto con frialdad antes de dirigirse al living de la casa.
—Buenos días, señorita.—Saludaron los muchachos que estaban para mantenerla con seguridad, entre ellos estaba antony.
—Chicos..—Murmuro en forma de saludo antes de pararse en la punta de la mesa.—Bien, ¿Qué tienes para mi?
Ellos se miraron entre si antes de vaciar los bolsos llenos de dinero sobre la gran mesa del living, entre el dinero también había varios joyas que debían valer mucho.
Una presencia la hizo levantar la mirada encontrandose a Han en la entrada del living que aun tenía las puertas abiertas, medusa le sonrió antes de mirar a giovanni, indicándole que cierre dichas puertas.
El ruso acomodo su traje antes de acercarse a las puertas y cerrarlas, ante la atenta mirada de han.
—¿Y cuanto es? Te recuerdo que tienes un deuda muy grande..—Le recordó mientras miraba los fajos de dinero que tenía entre sus manos.
Antony se acerco a ella susurrándole al oído la gran cifra de dinero que habían llevado contando con ello el precio de las joyas.
—Me debes mucho más que esto.. Es mucho, pero me deben el doble.— Le volvió a recordar.
—Lo se, le traje esta cantidad para dejarle en claro que si quiero pagarle la deuda.. —murmuro.—no quiero tenerla entre mis enemigos, usted me ayudo mucho y realmente quiero pagarle, pero usted sabe lo difícil que es juntar esa cantidad.
Ella asintió.—Bien, no te preocupes.. Esto esta bien, lo demás no es necesario que lo pagues.. ¿okey? Ya no tenemos una deuda, pero ahora me debes un favor y cuando lo necesite no puedes negarte.
—Si, si.. Estamos para lo que necesite, señorita. Solo tiene que llamarnos — Él y su gente estaban muy agradecidos, era una cifra muy grande de dinero para juntar.
—Bien, tony.. Acompañalos a la puerta, por favor.—El italiano asintió y los escolto a la salida.—Ustedes encarguensen de guardar todo esto, gracias.—Le indico a giovanni y a los demás guardias.
Acomodo su cabello antes de dirigirse a la cocina, necesitaba un cafe con urgencia.
—¿Es necesario tener tantos guardias? Es un poco incomodo.—Pregunto mia al verla entrar.
—Sino quieres morir, si. —Contesto antes de comenzar a prepararse un café.
—¿Por qué te trajeron esa cantidad de dinero? — Entro Han a la cocina.—Es demasiado dinero, estas jugando con fuego.
—¿Eso te parece mucho dinero? No era, ni la mitad de lo que me debían, para que te des una idea del dinero que manejo —Lo miro.— Y yo no tengo porque contarles nada de mi vida, ¿okey? Los espero en la sala de reuniones para hablar del plan que tienen.—Agarro su taza de café y una tostada antes de irse de la cocina.
—Su mirada tiene algo—Solto de golpe al verla irse—no estoy seguro de querer trabajar con ella.—Miro a mia con desconfianza, ninguno de los dos quería trabajar con medusa.
—Necesito saber de donde conoce a brian, siento que hay algo que ninguno quiere que sepamos.
