Historia corta de harry potter

Harry Potter: Rey de los juegos

Capítulo 1

Un gemido de dolor salió de la boca de la pequeña figura mientras se sentaban acurrucados en una bola debajo de los arbustos.  Los asustados ojos verde esmeralda miraron hacia la oscuridad, esperando que sucediera algo.

Su corazón latía rápidamente en su pecho mientras escuchaban el canto de los pájaros.  '¿Se han ido?  Espero que no me encuentren '.  La figura se tensó cuando las hojas crujieron, pero se calmaron cuando una ardilla asomó la cabeza.

Saludando a la pequeña criatura, la figura volvió a esperar.  Creo que se han ido, por ahora.  Sin querer arriesgarse, la figura asomó la cabeza entre los arbustos y buscó otro lugar donde esconderse.

'¡Allí!'  Una casa solitaria estaba escondida por los árboles, decayendo lentamente por la edad.  La figura echó a correr, esperando no ser vista.  Al llegar, la figura sintió que un repentino calor los envolvía, llamándolos para que entraran a la casa.

Ven pequeño, entra.  La figura no cuestionó la voz, muy cansada de correr y el calor los distrajo cuando entraron a la casa.

Dentro del edificio era un desastre.  Había telarañas esparcidas por las esquinas de las paredes, pequeñas cucarachas corrían por el suelo hacia la figura ignorando el desorden, en lugar de eso se enfocaba en la voz llamándolas más adentro de la casa.

Las sombras rebotaron a su alrededor, asomando ligeramente a sus costados, provocando que una risita brotara de ellos.  'Tan pequeño.'  '¿Esta es la nueva luz?'  'Demasiado joven.'  varias voces repiquetearon contra sus cabezas cuando finalmente llegaron a una puerta.

Abre la puerta, pequeño.  Algo asombroso te espera adentro '.  La figura obedeció la orden y extendió la mano para agarrar el pomo.  'Fue capaz de tocar ...' 'Debe ser el ...' 'Finalmente'.  La figura giró la perilla y se asomó ... Una habitación simple recibió su vista, lo que hizo que la figura frunciera el ceño.  "No hay nada aquí."

'Hay, ¿ves la caja sobre la mesa, pequeña?'  La figura vio dicho artículo sentado en una mesa de madera podrida.  Acercándose a él, sus ojos se abren.  "Whoa."  Ábrelo, pequeño.  La voz se divirtió con la reacción del otro, casi como si supiera lo que pasaría.

La figura tragó saliva, esperando no encontrar una rata o una serpiente dentro.  Soltando los cierres, la figura abrió la tapa y miró dentro.  "Eso es un montón de cartas".  La figura contempló la gran pila de cartas amontonadas en el contenedor.

—No son cartas viejas, pequeña.  Son cartas especiales.  Cartas mágicas.  La figura tomó una y se acercó la tarjeta a los ojos.  Una imagen de una bola de pelo marrón con grandes ojos morados, pequeñas patas verdes y alas los saludó.  "Linda."  A la imagen le creció una marca de verificación.  "Tienes algo de descaro llamándome linda mocosa."  La figura saltó asustada.  "¿¡Quien dijo que!?"

"¿Entonces cuestionas mi voz pero no la voz del jefe? Mala suerte".  La figura buscó salvajemente.  "Uf, estás desesperado."  La voz refunfuñó.  "¿Dónde estás?"  "Aquí abajo, mocoso, en tu mano."  La figura parpadeó mientras miraban hacia abajo.

La imagen de la tarjeta se expandió hasta que la bola de piel de la tarjeta apareció ante ellos.  "Es de mala educación mirar fijamente al niño".  La figura aulló.  "¡¿Puedes hablar?!"  "Estoy hablando en inglés, ¿no? Entiendes las palabras que salen de mi boca, bueno, realmente no puedes verlas".  La bola de pelo agitó sus alas mientras se estiraba.

"Oh, por cierto, gracias por dejarme salir, han pasado siglos desde que pude extender mis alas".  La criatura dio un pequeño giro y arrulló.  "¿Qué eres? No te pareces a ningún animal que haya visto".