Historia corta de harry potter

Pacto

Capítulo 13: ¿Quién eres?

Los dedos de Remus acariciaban las hebras negras de Severus lentamente. Eran suaves después de que Poppy los lavara y quedaran libres de la sangre seca. La piel pálida de su pecho y brazos estaba vendada. Su rostro tranquilo y calmado mientras dormía. Allí estaba... a su lado... vivo. Se inclinó y besó la sien del pocionista con cariño. No le importaba en lo más mínimo quien le había rescatado, ni como ni por qué... lo único que le importaba era que su amor estaba allí, al alcance de su mano. Vivo... Sonrió lentamente antes de inclinarse de nuevo, besándolo en los labios. Sabía que solo a unos metros, tras las cortinas de la enfermería, la Orden del Fénix discutía sobre aquel misterioso salvador. "¿Qué demonios importa?"
-

Te amo...-susurró en la oreja de su pareja.
Había llorado pensando que el hombre a solos unos centímetros de su cuerpo estaba muerto. Su corazón pareció haber desaparecido de su pecho. Después de perder a Sirius había caído en la oscuridad. El dolor de haber perdido a quien había sido prácticamente su hermano había sido tan intenso... Si hubiera perdido a Severus, su corazón ya no habría podido resistir.
-Severus... -murmuró contra la piel de su mejilla-, no vuelvas a dejarme solo...
HP&SM
Harry entró a la enfermería sin dirigir una sola mirada a Dumbledore ni a la Orden. Soltó el nombre del licántropo con un tono de angustia, solo para que supieran porque estaba allí y le dejarán en paz. Con Sebas-chan agarrado a su hombro corrió hacia las únicas cortinas corridas y entro, viendo a Remus acariciar los cabellos de Snape. La imagen hizo que se detuviera un instante. La mirada que Remus tenía sobre Severus era de profundo amor. Podía verlo. Era la mirada que tenían sus padres en las fotografías que Hagrid le había dado.
-Rems...-lo abrazó con un suspiro y añadió un tono de preocupación a su voz, con relativa facilidad-, ¿Cómo está?
El licántropo le sonrió levemente antes de convocar una silla para el menor. Harry se sentó, agarrando su mano y estrechándola. Su mirada se desvió hacia Snape, que dormía gracias a la gran multitud de pociones que recorría su sistema. Podía ver los efectos de la tortura solamente en su cuello y sus brazos expuestos. ¿Qué habría tenido que soportar hasta que Sebastian le rescató? ¿Qué harían esas cicatrices sentir a Remus cada vez que las viera desde ese momento? Se preguntó que habría pasado si no hubiera descubierto nunca aquella relación. ¿Qué habría pasado si hubiera matado a Snape y luego hubiera tenido que ver a Remus llorar y sufrir por él? Jamás hubiera podido perdonarse a si mismo. Nunca podría mirar a Remus a los ojos de nuevo si le hacía semejante daño... si le arrebataba a la persona que amaba.
-Esta bien... -susurró Remus acariciando su mano-, dormirá toda la noche.
-Rems... tu y Snape...-le miró alzando una ceja. No era una pregunta y el licántropo lo sabia.
-... Si...-suspiró admitiendo aquello y miró al menor a los ojos, con aspecto culpable-. Harry... siento mucho no habértelo dicho... no ha sido porque no confié en ti. No podíamos dejar que nadie supiera, era peligroso para él.-le abrazó con fuerza- Y Voldemort puede meterse en tu mente... perdóname.
Harry le devolvió el abrazo, acariciándole la espalda. No podía culpar a Remus por no decirle. El licántropo había estado protegiendo al hombre que amaba. "Le ama... Es la persona que ama... Que esa persona sea Snape... No cambia eso" Odiaba a Snape... pero quería mucho más a Remus de lo que odiaba a su profesor. No podía simplemente quitarle eso a Remus. No podía quitarle la única luz que le quedaría cuando él ya no estuviera... Cuando él muriera Snape tendría que cuidar de Rems. Con un suspiro le beso la mejilla sonoramente antes de sonreír.
-Esta bien... lo entiendo,-lanzó una mirada a la camilla- y me sigue pareciendo un malnacido... pero si te hace feliz entonces por mi esta bien.
Remus le estrechó contra su pecho, besando sus cabellos rebeldes. Se sentía bien estar así, abrazando al que ahora era como su hijo mientras velaba el sueño de su pareja. Había estado muy preocupado durante meses con como se tomaría Harry su relación con Severus. Ni siquiera le había confesado nunca nada a Sirius, aterrado de su reacción... Era una espina de culpa con la que siempre cargaría... No haberle dicho toda la verdad antes de que muriera.
-Gracias Harry...
-¿Qué ha pasado?¿Cómo a conseguido escapar?¿Ha dicho algo?-era importante que la condición de Sebastian permaneciera oculta.
-Si, despertó mientras Poppy le curaba... Alguien le rescató. Un hombre. No ha dicho mucho, solo que al parecer seguía ordenes...-mordiéndose los labios miró al menor-. Se supone que no puedo contarte nada Harry... son cosas de la Orden. Así que por favor no digas nada.
-Tranquilo... no lo haré-murmuró mientras su mano acariciaba la cabeza de Sebas-chan.
HP&SM
Los gritos de Lucius resonaban en el estudio de Voldemort. Sabía que dar la noticia del escape de Snape no iba a ser bueno para su salud. El crucio era más doloroso que de costumbre, intensificado por la ira de su señor. Cuando este paró se incorporó un poco, quedando de rodillas a los pies del Lord Oscuro. No sería inteligente de su parte levantarse, acabaría en suelo de nuevo antes de siquiera intentarlo, con otro crucio sobre él.
-Ese maldito traidor... seré yo mismo el que lo mate Lucius... en cuanto lo tenga enfrente... 'y entonces podrás devorarlo mi pequeña' -terminó susurrando en parsel hacia Nagini.
El rubio se estremeció al escuchar los siseos, sin atreverse a pronunciar palabra. El parsel nunca era una buena señal cuando estabas siendo castigado. Había contemplado a aquella enorme serpiente tragarse a una persona entera... aun viva. Rezó porque si se quedaba lo suficientemente quieto al Lord se le olvidaría seguir castigándolo.
-Levántate Lucius.
Aliviado se incorporó y estaba a punto de agradecérselo a su amo cuando este le empujó contra la mesa, de espaldas a él. Hizo desaparecer los pantalones y la ropa interior con un movimiento, consiguiendo que el rubio se pudiera aun más pálido. Había olvidado que a su amo nunca se le olvidaba nada. Eso fue lo que pensó antes de que un nuevo gritó de dolor saliera de su boca cuando El Señor Tenebroso se enterró profundamente en su cuerpo.
Aquel castigo en especial no era algo que el Lord hiciera con todos sus mortífagos. Lucius era de los pocos que se habían visto en aquella situación. Apretando con fuerza los puños se obligó a recordar las razones por las que soportaba aquello. Recordó a Narcisa, rodeada de mortífagos que caerían sobre ella como perros salvajes si el Lord daba la orden... Recordó a Draco, que dejaría de estar a salvo en cuanto dejara los muros de Hogwarts en verano. Tenía que resistir, por su familia.
HP&SM
La oscuridad se había apoderado de la enfermería cuando Severus abrió los ojos. Se sentía levemente adormecido y algo adolorido. Mirando a su alrededor se relajó, estaba a salvo. El pensamiento de que se había desmayado durante la tortura y estaban esperando a que despertase para seguir había aparecido en su mente al abrir al despertar. Sus ojos se clavaron en la figura de Remus, que se había dormido en un sillón a su lado. Con una sonrisa extendió el brazo para tocarle, acariciando sus cabellos. Verle era la mejor cura que pudiera imaginar. Verdadera mente esta a salvo. El alivio recorrió su cuerpo, haciéndole estremecer. No podía describir ni siquiera en sus pensamientos como se sentía en ese momento. Tener a Remus allí, a su lado. Poder tocarle... Había pensado que moriría sin poder volver a verle. Sin poder volver a tocarle ni tener la oportunidad de decirle cuanto le amaba. No sabía quien era aquel hombre que le había salvado la vida... Pero jamás podría agradecerle lo suficiente el haberle llevado de nuevo junto a su lobo.
Cerrando los ojos de nuevo intentó visualizar en su mente al hombre de escalofriantes ojos rojos. Tenía el cabello negro como el ébano y la piel pálida. Su aura mágica, por otro lado, era oscura y fuerte... e increíblemente atrayente, como la luz para una polilla.
"Solo sigo ordenes..."
-¿Quién eres? -susurró a la nada-¿Y quién es tu amo?