Historia corta de harry potter

La sombra de un asesino

callejón diagón

"¿Listo, Kil?"  Illumi preguntó mientras veía a su hermano menor arrojar su mochila sobre sus hombros.

"Sí, todo listo para ir", respondió Killua alegremente mientras comenzaban a caminar hacia la Entrada.

En la entrada, un avión a reacción esperaba a los dos hermanos para llevarlos a Londres.  El viaje en avión fue silencioso y aburrido en opinión de Killua.  No podía esperar a que el avión aterrizara en Londres.  Divagó cómo sería actuar como un turista de vacaciones.  Las únicas veces que salió de la casa fue para matar a alguien o ir a entrenar, como cuando tenía seis años cuando lo dejaron en Heaven's Arena, donde los luchadores peleaban entre sí por dinero.  Una vez que hayas ganado suficientes partidos, podrías subir automáticamente un nivel más alto.  El padre de Killua le había dicho que no podía volver a casa hasta que llegara al piso doscientos.  Eso tomó dos años.

Ahora, iba a algún lugar para no asesinar a alguien.  Oh, claro, lo que iba a aprender lo ayudaría en su futura carrera como asesino, pero el objetivo no era matar a alguien, por lo que tendría que mantenerse a sí mismo bajo control.  No estalló fácilmente, pero cuando lo hizo, al menos una persona estaría muerta, literalmente.

Una vez que el avión aterrizó en Londres, se suponía que Killua iría a un viejo pub mugriento llamado 'The Leaky Cauldron' que solo los magos podían ver.  Illumi se despidió de su hermano en la entrada del pub y le dijo que no se matara o se avergonzaría mortalmente de que te haya enseñado tan mal que ni siquiera podrías sobrevivir a un partido con personas que solo dependen de palos de madera y  ni siquiera conozco las formas más básicas de artes marciales ”.

Con Illumi y los sirvientes fuera de la vista, Killua abrió las viejas puertas del edificio desgastado.  La primera reacción que tuvo Killua fue arrugar la nariz con disgusto.  La iluminación del pub era tenue y había velas encendidas en algunos rincones de la tienda.  La pálida luz del sol se filtraba a través de los cristales mohosos.  En el medio de la habitación había un camarero en su lugar de trabajo, limpiando diligentemente las tazas y los platos y sirviendo bebidas a sus clientes.

Sin saber qué más hacer, Killua se acercó al camarero y le preguntó: "Hola, ¿cómo se llega al Callejón Diagon?"

El barman envejecido y ligeramente calvo le dirigió a Killua una sonrisa desdentada y dejó la taza y la tela con la que había estado trabajando y le indicó al joven Zoldyck que lo siguiera.  Condujo a Killua a la parte trasera de la tienda y abrió la puerta trasera.  Había un callejón estrecho que parecía estar sin salida con paredes de ladrillo.

"Mira con cuidado ahora", dijo el cantinero, Tom, mientras sacaba un palo, que Killua dedujo que era su varita, y lo usaba para golpear cierta secuencia de ladrillos en la enorme pared que daba a la puerta trasera.  Killua podía recordar fácilmente qué ladrillos golpeó, ya que Illumi lo había entrenado largo y tendido en el arte de memorizar códigos y patrones.  Jadeó en estado de shock y asombro cuando vio que la pared se abría para revelar una calle empedrada con muchas tiendas a ambos lados.  Un mar de personas entraba y salía de las tiendas cuando necesitaban los útiles escolares necesarios para el año.

"Puedes volver más tarde y reservar una habitación", sonrió Tom.  "Ciertamente recordaré a un tipo con un cabello tan inusual como tú".

"Gracias", respondió Killua distraídamente mientras caminaba por el Callejón Diagon, mirando por las ventanas de las muchas tiendas que llenaban el área.

"Oh," llamó Tom, haciendo que Killua se volviera para mirarlo inquisitivamente.  "Tienes dinero, ¿verdad? Bueno, es posible que desees abrir una cuenta en Gringotts, ese es el Wizard Bank".