Historia corta de harry potter

El hijo de la luna y la magia

Capítulo 12

Harry miró su reloj.  Veinte diez.  Siendo el toque de queda a las nueve en punto, le quedaban cincuenta minutos para encontrar la sala común.  Esto era demasiado poco considerando que no tenía idea de dónde estaba.

-No entre en pánico Harry.  En el peor de los casos, tendrás detención, no es la muerte.

-Me gustaría evitar quedarme estancado en la primera semana.

-Buena suerte !

-¡¿No me vas a ayudar?!

- Estoy tan perdido como tú, no tengo idea de dónde estamos.

- Básicamente eres un inútil.

-Exactamente !

Harry suspiró antes de partir.  No resolverá nada quedándose plantado en medio de un pasillo.  Mientras avanzaba, trató de encontrar un lugar familiar que al menos le permitiera estar en el castillo.  Desafortunadamente para él, todos los pasillos se parecían a sus ojos y sentía que se estaba perdiendo un poco más.  La única información que pudo obtener de su deambular fue que estaba en los sótanos del castillo y solo porque no había una sola ventana a su alrededor.

Al cabo de diez minutos de deambular, se apoyó contra una pared, suspirando.

-Podrían al menos darnos un mapa del castillo.  Murmuró.

Había decidido culpar a todos por su desconcierto, no sabía realmente en qué parte del castillo.  A los gemelos que lo habían sacado de la torre, al resto de los Gryffindors por dejar que los gemelos lo molestaran, a los maestros por no darles a los estudiantes un mapa del castillo y a Jack por hablar con él mientras caminaba.

-Ey !  No tuve nada que ver con eso, ¡así que deja de declararme culpable!

Harry resopló.

-Sin ganas.  Decidí culpar a todos, les recuerdo.

-¡Vamos Harry!  Sea tranquilo y perdóneme.  Sabes que en el fondo no es mi culpa.

-Sí.

-Entonces no me encuentres culpable.

-Sin ganas.

De repente, Harry se detuvo y miró a su alrededor.  Trató de negarlo por un momento antes de suspirar y enfrentarse a la cruda realidad: estaba aún más perdido que antes.  Lo sabía porque las paredes eran un poco menos elegantes que la última vez que las había mirado y el aire se había enfriado.  Había bajado en lugar de volver a subir.

-No voy a escaparme, estoy seguro.  Murmuró derrotistamente, pensando en su futura detención.

-¿Harry?

Rápidamente regresó a la voz y cuál fue su sorpresa cuando su mirada se posó en Neville.

-Qué haces ahí ?  Preguntó el rubio.

Harry solo sonrió antes de responder.

-Visito.

-¿A las ocho y media?

-Bien.  Puede que me haya perdido un poco.

-Un poco ?  Harry la Torre de Gryffindor está al otro lado del castillo.

-Es culpa de los gemelos Weasley.  Harry gruñó.

Fue una mala defensa, pero sintió la necesidad de culpar a los pelirrojos por todos sus males.

-Veo.  Neville se rió.  Nunca llegarás antes del toque de queda.

-Yo se.  Y así es como me encontraré en detención desde la primera semana de clases.  Lo pienso !  ¿Qué estás haciendo aquí?