Segundo libro "Sensaciones Italianas"
Los juegos nunca terminan.
Todo me dice que debo regresar a Italia.
Ese país cambió mi vida entera ya nada es como lo veía antes, ahora todo tiene colores diferentes las personas que antes creía inocentes hoy n...
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Pov Tara
La luz del sol comienza a dar en la ventana cuando me decido por levantarme de la cama, ni bien me pongo de pie siento como en mi cabeza se genera una pequeña molestia y vuelvo a sentarme.
Me tomó un par de minutos para ponerme de pie nuevamente aun con la molestia pero cada vez es más leve, tome mi mono gris junto a mi ropa interior y entre a bañarme.
Marco se fue muy temprano porque debía salir de la ciudad y tenía que ir a visitar uno de los otros hoteles.
Salgo del baño ya lista, decido escribirle a Dana porque aún no me podía sacar de la cabeza la idea de que ella está en problemas o quién sabe qué le sucede
Pero antes de salir busco en mi mesa de noche algo para mí dolor de cabeza .
En mi celular había un mensaje de Marco
"Buenos días Principessa nos vemos en la noche que tengas buen día o más tranquilo que el mío"
Una sonrisa se me escapó
"Buenos días, te estaré esperando con ansias"
Le envié el mensaje, para luego escribirle a Dana
"¿Dónde estás? Estoy yendo para el restaurante ahora mismo"
A los segundos me respondió
"Pues básicamente estoy esperando que llegue mi mejor amiga a su trabajo porque si ella no llega yo no cómo, así que apúrate"
Camino hasta el restaurante, veo un auto estacionado en la calle con un hombre en este, aún recuerdo a ese hombre es el que acompaño la vez anterior a Dana cuando nos vimos.
Este solo me observó hasta que termine de entrar, pero no me dio ni tiempo a reaccionar cuando notó que soy envuelta por un par de brazos
—Te extrañe —dice Dana mientras me abraza —me alegro que estés aquí porque ya tengo hambre
—Buenos días para ti también —sonrió negando —¿Si sabes que no soy la única que cocina aquí no?
—Eso lo sé, pero hace mucho tiempo que no me cocinas nada y bueno no voy a desperdiciar una ocasión así ahora que puedo estar aquí sin prisas
—¿Si has visto que el hombre del otro día está afuera no?
—Si lo sé, ya le he dicho que puede irse pero él está con él es mi trabajo señora pero de igual forma mantendré mi distancia
Miré hacia la mesa y note que estaba Andrew en ella
