3 | Farsa creíble.

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—¡Eren! —El grito de Armin llegó a sus oídos, haciéndolo bajar el celular y girar un poco su rostro, cuando su amigo se plantó a su lado.

Tan sólo pasaron unos días desde aquella fiesta, días en los que no se vieron. Jaeger estuvo pensando en si el ambiente entre ellos cambiaría pero todo seguía igual que antes de las situaciones que tuvieron. No sabía si estaba aliviado o decepcionado.

Los ojos del alto se abrieron de más, cuando el rubio tomó su mano y entrelazó sus dedos, empezando a arrastrar al chico que no sabía cómo reaccionar ante eso.

—Armin, ¿qu-...?

—No preguntes y aprieta mi mano, por favor —habló entre dientes, haciendo un ademán con su cabeza para que mirara con disimulo hacia atrás.

Eren miró de reojo tras él. Annie e Historia los miraban con detenimiento. En especial Annie.

¿Qué diablos pasaba? ¿La chica iba a golpearlo? Porque podía sentir su mirada picar su nuca.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me ve así? —susurró Eren hacia su amigo, sin detener su paso.

Annie se adelantó, parándose frente al alto, haciéndolos parar su caminar.

—"¿Por qué?" —repitió, con algo de recelo en su voz—. ¿Cuándo pensabas decirme que salías con mi hermano menor?

Jaeger subió una ceja, confundido—: ¿Por qué tendría que decirte con quién salgo o no?

—Si se trata de él, es obvio que voy a querer saberlo. Es mi hermano.

—Si estoy en una relación con mi mejor amigo, creo que no es un asunto que te incumba.

—¿Cómo que no? Soy su fam-...

—Al menos no hasta que nosotros decidamos cuándo contarlo. Y en especial, cuando Armin se sienta cómodo para hacerlo. —Jaló al mencionado, rodeando a la rubia en el pasillo—. Nos vemos, Annie.

Ambos caminaron por el corredor de la escuela, alejándose de las rubias, bajo la mirada de molestia de la ojiazul mayor y el gesto de -tal vez- felicidad, que llevaba Historia.

Las mejillas de Armin iban algo coloreadas para cuando estaban bastante alejados de sus hermanas. Fue su turno de tirar de la mano del otro, adentrándose en un laboratorio vacío, cerrando la puerta tras él, después de soltar al castaño.

Dio un suspiro, con su cuerpo frente a la puerta y llevó sus manos a su rostro, tratando de calmar el bombear de su corazón.

—Gracias por no echarme de cabeza —murmuró entre sus manos. Ajá, había mentido. "Sí, somos pareja, perdón por no haberlo dicho", fue lo que argumentó contra las otras.

Eren se recargó en una de las mesas, pegando su espalda baja a la orilla y colocando sus codos en la superficie.

—¿Les dijiste que salíamos juntos? —preguntó, mirando la espalda del rubio.

—¿Cómo no hacerlo? —Se giró sobre sus talones, mirando al otro—. ¿Cómo se supone que iba a explicar lo que sucedió afuera?

—Pudiste decir que te ayudaba a quitar una pestaña de tu ojo.

Armin se acercó, con su ceño fruncido en ligereza, terminando por dar suaves golpes en uno de los hombros. El alto soltó una pequeña risa, tomando las manos del ojiazul, por sus muñecas.

—Eres pésimo para las mentiras pero bueno para las excusas. ¿Dónde está la trampa?

Jaeger soltó una risa, que se escuchó como un soplido, al oír aquello. Soltó las manos, volviendo a su postura relajada.

Party! || EreminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora