Tres

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Salí de la casa de mi abuela y me dirigí a una tienda de ropa juvenil

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Salí de la casa de mi abuela y me dirigí a una tienda de ropa juvenil. Con un montón de ropa en la mano, entré en el probador de la tienda, para luego solo llevarme una camiseta y una falda. Pagué la ropa súper rápido y, casi corriendo, salí de la tienda para sumergirme en las ajetreadas calles de la ciudad de Sevilla.

Pasé esquivando a la gente por las calles para poder llegar a mi casa lo antes posible.

Llegué sana y salva de las concurridas calles y velozmente me metí a la ducha. Después de estar quince minutos en la ducha, todo un récord para mí, me sequé el pelo y me lo peiné como el día anterior, el cepillo en la mano derecha y el secador en la mano izquierda para terminar lo antes posible.

Después de probarme mil conjuntitos, por fin me decidí y me vestí la ropa nueva que me había comprado ni hacía  una hora: una camiseta negra y una falda de cuadrados morada y negra. Más tarde me maquillé con unos colores suaves y me dirigí a la puerta nerviosa.

Salí de mi casa y me puse en dirección hacia el parque de la ciudad. Mientras me dirigía hacia allí, saqué el móvil para mandarle a Erik que estaba en camino.

- Estoy en camino 😊

- Ok, yo ya estoy 👍👌

Llegué al parque y empecé a buscar por todos lados hasta dar con Erik, que estaba sentado en la hierba mirando el lago lleno de patos y cisnes. Bajé corriendo las escaleras que llevaban hacia el parque y, en menos de un minuto, estaba delante de Erik.

- Hola

- Hola Lucy

- ¿Qué tal?

- Bien, ¿y tú?

- Bien

Nos sentamos juntos y empezamos a hablar y a conversar sobre a qué universidad íbamos a ir, qué queríamos estudiar, bla bla bla...

- ¡Cómo que no quieres ir a la universidad! - estallé al oír a Erik decir que no iba a ir a la universidad.

- Sí, no voy a ir, no me interesa, ya he buscado trabajo, el siguiente año empezaré a trabajar.

- Oh, y ¿en qué vas a trabajar?

- En una carnicería de mi familia, y tú, ¿a que universidad vas a ir?

- Emm, la tengo elegida ya, sólo que el problema es que necesito un poco de dinero y voy a buscar trabajo.

- Oh, yo conozco una cafetería en el centro comercial que se llama Coffee House y que está buscando personal.

- Gracias por decírmelo - le contesté mientras le daba un gran abrazo.

Después de seguir hablando sobre más cosas, nos dirigimos hacia un puesto de helados y pedimos:

- Un helado de dos bolas, de mango y de vainilla, para compartir y de cucurucho.

Nos sentamos en un banco y nos comimos rápidamente nuestro delicioso helado, ¡porque se estaba derritiendo! 

Más tarde, cuando se podía contemplar el atardecer, los dos nos abrazamos y ¡no os lo podéis ni imaginar!: Nos besamos, ¡¡mi primer beso!!, bueno mejor dicho, él me besó.

Eran todavía las 21:00, así que Erik, que conocía al jefe de la cafetería que me había comentado hace un par de horas, me llevó a ella para hablar con el jefe, para que me diera trabajo y conseguir algo de dinero.

Llegamos y tocamos el timbre, porque la cafetería estaba cerrada, pero dentro, se podía contemplar una tenue luz traspasar las grandes cristaleras, que separaban la calle con la cafetería. Nos abrió un anciano llamado Luis, era el jefe.

- Hombre, Erik, ¿qué haces por aquí?- dijo sin ni siquiera darse cuenta de que yo estaba allí.

- Vengo con Lucía, que está buscando trabajo para una temporada - dijo Erik amablemente presentándome a Luis.

- Hola - dije yo, estrechando la mano contra la de Luis.

- Ajam, ven mañana a las 16:30 y te haré una entrevista - dijo Luis, mientras se lo apuntaba en una libretita.

- Vale, gracias, ahí nos veremos - dije. 

Erik y yo nos fuimos a andar por las desiertas calles hasta las 21:20 para que yo no llegase tarde a casa y no me echaran la bronca.

Cuando ya eran las 21:20, Erik me acompañó a casa y nos despedimos hasta el día siguiente en el instituto con un gran abrazo, sin poder otra vez besarnos, porque estaba mi madre mirando por la puerta entreabierta. ¡Qué cotilla!

Cuando las estrellas se alineanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora