Trece

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Llegué a casa empapada por la fuerte lluvia que había empezado en la ciudad de Sevilla

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Llegué a casa empapada por la fuerte lluvia que había empezado en la ciudad de Sevilla. Cuando entré me quité mis mojadas zapatillas y mi mojada chamarra y me metí a la ducha caliente.

Mientras Lucía se estaba duchando en el juzgado se estaba hablando sobre la madre de Lucía.

- Estoy segura de que alguien me saboteó los papeleos del pago. - dijo la madre de Lucía.

- ¿Tiene pruebas señora? - dijo el juez.

- No...

- Pues entonces está claro, usted es la culpable, asunto resuelto. - dijo el juez mientras pegaba el mazo contra la mesa.- Sino paga el pago, se le quitará el agua, la luz y el gas.

La madre de Lucía se puso a llorar mientras salía del juzgado y se dirigía hacía su casa. Cada vez iba a peor. Se le había olvidado traer un paraguas y se estaba mojando su cara ropa elegante.

Al salir de la caliente ducha me encontré a mi madre tirada en el sofá cansada con la ropa elegante que había llevado mojada.

- Hola mamá, ¿Qué te ha dicho el juez? - dije.

- Pues nada bueno- dijo mi madre - sino pagamos nos quitarán la luz, el gas y el agua.

- Oh no. - dije - ¿Podréis pagarlo no?

- Si...

Después de una larga charla con mis padres quedamos en que todo el dinero que había ganado para la universidad iría para la casa y los pagos y que yo iría a una universidad más barata.

No me gustaba la idea, pero no tenía otra cosa que hacer. Hablé con Vea, Alejandra y Hugo por video llamada para pensar en algo, pero todo el esfuerzo fue en vanó, porque no se nos ocurrió nada.

El día termino rápido, pero triste.

Por suerte me contaron mis padres el siguiente día que habían aceptado el dinero y que no nos iban a quitar nada.

Luego oí a mi madre decir que se le había olvidado poner alguna cosa y le pregunté para saber que era esa cosa, ya que podría ayudarnos a saber quien es el culpable.

- Mamá te he oído decir que se te había olvidado poner algo...

- Sí, había puesto una alarma...Pero se me olvidó activarla...

- Gracias mamá - le dije mientras me ponía la chamarra, salía de casa y me dirigía hacia el bar.

- ¿De nada?- dijo mi madre confundida.

Mientras me dirigía hacía allí les mandé un mensaje a los demás, que vinieron rápidamente.

- ¿Qué pasa Lucy? - dijo Hugo.

- Pues que mi madre puso una alarma, pero se le olvidó activarla, pero lo mejor es que las cámaras siguen funcionando. - dije mientras me metía dentro del bar seguida por los demás, que se quedaron boquiabiertos. 

Entré en el bar y en el ordenador. Abrí los videos de las cámaras y todos juntos empezamos a ver el video de ayer.

De repente entraron dos personas encapuchadas al bar (en el video) una era mujer y el otro era hombre. Más tarde una cámara enfocó las caras de los bandidos, me sonaban familiares, eran...

Cuando las estrellas se alineanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora