Era viernes, el último día de clase antes del fin de semana (¡por fin llega el viernes!). El viernes era un día como de fiesta, pero sin serlo, ya que de clases tenemos arte con Ginebra, gimnasia con Pablo, tutoría con Karen y película de biología con Sabrina.
Me levanté pronto para no tener que ir corriendo a clase y llegar a tiempo para entrar en el autobús.
Cogí la mochila, la chamarra y me puse en marcha hacia la parada del autobús, que estaba delante de mi casa, solo tenía que pasar un paso de cebra. Llegué 5 minutos antes, ¡¡Un récord!!.
Cogí el autobús y en menos de tres minutos ya estaba con mis amigas esperando a que abrieran la puerta del instituto.
Abrieron la puerta y todos entraron como salvajes, no lo entiendo, porque más de la mitad luego se quieren ir lo más rápido a casa, no sé, no entiendo a mis compañeros.
Las tres, Vea, Alejandra y yo subimos tranquilamente por las ajetreadas escaleras para llegar a nuestra ruidosa clase, siempre tenemos que ir con cuidado para no chocarnos con nadie, para que no nos caiga un estuche, ni una zapatilla, en resumen, es un zoológico.
Nos sentamos en nuestros pupitres de primera fila y empezamos a hablar sobre las cosas de la vida, mientras esperábamos que la profesora entrara en la clase y que pusiera orden.
No se que pasó con la profesora, pero todavía no había llegado cuando un gigantesco estruendo nos cortó la conversación a mis amigas y a mí. Las tres miramos hacia la clase y vimos que alguien había tirado una zapatilla y le había dado a la ventana, la ventana estaba rota, había un gigantesco agujero en medio. Oh no, hoy tenía pinta de que iba a ser todo el día tutoría con Karen para hablar de lo ocurrido, uf.
Los profesores de las clases contiguas se dieron cuenta del aquel estruendo y se acercaron a nuestra clase a ver qué estaba pasando.
- ¡¿Qué ha pasado aquí?! - dijeron los profesores asomándose por la puerta y viendo el cristal roto.
Y bueno, seguramente penséis, ¿quién lo hizo? Pues ni más ni menos que lxs tontos de la clase, quiénes si no.
Después de muchas horas hablando de lo ocurrido, llegó la hora de marcharse a casa. Estaba muy nerviosa, ya que a las 16.30 tenía una entrevista para un trabajo temporal para sacar algo de dinero para la universidad y para mi familia.
Salí velozmente con mis amigas para llegar pronto a casa y darme tiempo a comer, antes de la entrevista.
Más tarde, estaba esperando en la puerta de la cafetería Coffee House. Estaba nerviosa, era mi primera entrevista.
Por fin llegó la hora de entrar al despacho del jefe, Luis.
El despacho era pequeño y lleno de fotos de personas colgadas en la pared de enfrente de la mesa donde estaba sentado Luis. Las paredes eran de un color amarillo repugnante y olía a moho. Sin darle más importancia al aspecto de aquella habitación, me senté en la silla que había al lado de la mesa de Luis.
Luis empezó a hablar, mientras buscaba algo en el cajón. Por fin encontró lo que buscaba y entonces, empezó a hacerme algunas preguntas:
- Empecemos, ¿nombre?
- Lucía Segura.
- Ajam... ¿Año de nacimiento?
- 2004.
- ¿Número de teléfono?
- 699 785 413.
- ¿Nombre de madre y padre?
- Mi madre es Martina y mi padre Mateo.
- Y por último...¿De dónde eres?
- De Sevilla, España.
- Ajam.. perfecto, ahora te presento a tus compañeros.
- Vale.
- Ah, por cierto, vas a trabajar por las tardes de 16.00 a 20.30.
- Vale - dije mientras me lo apuntaba en el calendario de mi móvil.
Después de que Luis me diera el uniforme y lo metiera en mi bolso que siempre llevaba conmigo, nos dirigimos a la cocina donde estaban todos mis nuevos compañeros.
La gente se presentó y luego les tocó a mis compañeros de barra, los que iba a estar todos los días con ellos, Hugo y Claudia.
Claudia era una chica de pelo rubio, de la misma estatura que yo y de ojos azul cielo, Hugo, en cambio, tenía pecas, el pelo marrón y unos ojos café grandes y profundos.
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Cuando las estrellas se alinean
Teen FictionLucía Segura es una chica de 17 años que tiene una vida perfecta, tiene a alguien que le ama, a su familia, a sus dos mejores amigas,... Pero este ultimo año de instituto, todo cambiará. Lucía, para poder ganar algo de dinero para pagarse la univers...