Diez

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El día más importante había llegado, el día de la selectividad

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El día más importante había llegado, el día de la selectividad.

El día pasó rápido y las notas también llegaron rápido, al abrir el email me sobresalté. Había sacado un 10,9. Está bien, pero para mí, está mal. Llamé al número de la recepción de las notas de la selectividad pensando que se habían confundido, ya que había estudiado día y noche durante una semana, sí, una semana.

- Hola, ¿Quería algo?

- Sí, creo que me han dado una nota diferente a la mía - dije nerviosa

- Ajam, ¿Cómo se llama?

- Lucía Segura.

- La nota es... 10,9

- ¿Podría hacer otra vez el examen esta tarde?

- Sí, le apunto, hoy a las 19.45.

- Vale, muchas gracias.

Fue un alivio saber que podía hacer otra vez el examen. Suspiré una vez, me tumbé en la cama y pasé todo el tiempo que tenía susurrando los apuntes de todas las asignaturas que iban a preguntar en el examen.

Llegó la hora y me senté en mi pupitre del aula donde iba a hacer el examen. Al entrar en esa mugrienta aula me di cuenta de que estaba rodeada de gente que había suspendido y que iba a recuperar. Sin distraerme mucho me concentré en el examen que esta vez estaba segura que iba a sacar buena nota, seguro.

Llegaron las notas al siguiente día temprano y como lo había pensado, saqué una buenísima nota, 13.5 de 14.00

Lo sabía, alguien se había confundido - dije en mi cabeza mientras celebraba la fiesta de mis notas y elegía a que universidad iba a ir.

- Lucy, ¿A dónde quieres ir? - me dijo mi padre enseñándome unas cuantas universidades de gama alta.

- A esta, que es mi sueño ir a ahí, ah por cierto, ¡Con el dinero que he recaudado ya tengo el dinero suficiente para pagarme la universidad!

- Qué bien mi pequeña- dijo mi madre abrazándome con tanta fuerza que no podía casi ni respirar.

Mientras en la casa de Lucía celebraban una fiesta, Vea, Alejandra y Erik chateaban por WhatsApp.

- Hola chicas.

- Que quieres... - escribió Vea.

- Pues que le he saboteado las notas.

- No me lo creo. Que malo eres, pensaba que te gustaba Lucía - escribió Alejandra.

- Antes me gustaba, ya no. Y le voy a hacer tanto daño como me hizo ella a mí - escribió Erik.

Me fui a mi habitación a mirar el móvil al oír el ruido de un mensaje de WhatsApp, que decía:

- Lucy, Erik nos ha dicho que él te ha saboteado el ordenador para que saques peor nota. - me escribió Vea en el grupo de las tres.

- Chicas parar ya, no quiero oíros más. - les escribí.

Apagué el móvil y lo dejé en una esquina para no tener que ver más los mensajes de Vea y Alejandra que eran muy absurdos. ¿Para que querría Erik sabotearme mis notas? Como si hubiera salido con otro chico y él estuviera enfadado conmigo, pensé mientras comía un gran bocado de tarta que me había hecho mi madre para celebrar mi buena nota.

Cuando las estrellas se alineanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora