Roberto entró al salón y se sentó a un lado de mi, hice como si no lo vi y me volte para el otro lado, y para el colmo el profe todavía no llegaba.
—Entonces... ¿Que es lo que sientes por mi?- Mierda, mierda y más mierda, no puedo decirle la verdad.
—Cariño- Era en parte cierto.
—¿Nada más?-
—Emm... si-
—Lucy... se que me estas mintiendo- Dijo con un tono de madre. Tenía que decirle la verdad. Tenía que decirle era hoy o nunca.
—Es que yo... te amo- Dije en un tono casi inaudible.
—Tu eres mi mejor amiga, no creo sentir lo mismo- Y en ese momento mi corazón se rompió en mil pedacitos.
—No tenía planeado que lo hicieras- Tenía que mantenerme fuerte, al menos hasta ahorita.
—Lo siento...- Y en ese momento llegó el profe, justo cuando más lo necesitan no viene, que maldito.
La clase transcurrió lenta, no creo que vuelva a ser lo mismo desde esa confesión, quisiera saber que esta pensando.
No soportaba saber que después de tanto tiempo de amistad, esto este hechado a perder, pero... como me prometí a mi misma, lo dejaré en paz.
—Hola, ¿Qué tienes?- Me pregunto Teressa, creo que vio mi cara de deprimida que se preocupó.
—Nada, estoy bien- Fingi una sonrisa, de lo mas natural posible.
—Es en serio ¿Que te pasa?-
—Tengo sueño- Era una mentira pero aunque fuera mi mejor amiga, tengo miedo de que valla corriendo a preguntarle a Roberto.
—No es sólo eso- ¿No puedo comprender lo que le dije?
—Tengo sueño- Repetí, esto empezaba a cansarme
—Dime la verdad-
—Es la verdad-
—No te creo-
—No me creas- Me encogi de hombros y di por terminada la conversación.
—Bueno... lo averiguare-
Cada quien se fue por su lado, para evitarme más preguntas hize una sonrisa falsa y aventaba felicidad por todo el mundo, como si fuera rosas en una boda.
—Hola Lucy- Dijo Gilberto.
—Hola Gilberto- Le respondí. Con la sonrisa más grande.
—¿Que tienes?- ¿Que? ¿Como supo?
—Nada ¿Porque?- Hize mi mejor sonrisa.
—Vivo con puras mujeres, ¿Tu crees que no voy a saber que esa sonrisa es falsa?- Rayos, debo practicar mejor eso de fingir. Di un gran suspiro.
—Le dije la verdad a Gilberto...- Baje la voz, me sentía demaciado estupida.
—¿Y que sucedió?- Con esas palabras me derrumbe por completo, empeze a llorar desconsoladamente.-No pasa nada, aquí estoy yo para ti- Lo sabia, en cierta forma lo sabia.
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❤Friendzone
HumorTenía que decirle era hoy o nunca. -Es que yo... te amo- dije en un tono casi inaudible. -Tú eres mi mejor amiga, no creo sentir lo mismo- y en ese momento mi corazón se rompió en mil pedazos.