Subí al tren para besar tus labios y no te encontré, desesperado me pierdo en mis pensamientos y recuerdo que deje en mi almohada el roce de una caricia y el corazón de un libro, escribo mentalmente tu nombre en los vagones que veo, el otro tren a empezado a moverse y estúpidamente me doy cuenta que es mi tren el que se marcha.