Escritor del deseo

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Cuando pienso en ti, no lucho contra el deseo inconciente que me provocas, solo me defiendo de el; y estoy seguro, mirando hacia atrás, que fue el deseo mismo que me impulsó a escribir esta historia de amor contigo.

Eres extraordinaria, tienes un arte especial para embrujarme, y casi sin darme cuenta de ello, llevo a mi cerebro las imágenes de tu rostro que me seducen rápidamente, y con tu sonrisa bajas mis latidos a niveles de pavor.

Tengo un oficio simplemente porque tengo que ganarme la vida, pero soy escritor por el llamado eufórico de mi espíritu, y a través de mis utópicos renglones mal escritos, trato de demostrar mi amor por ti usando mis teorías y extrañas paradojas.

Pienso muy seriamente en renunciar a escribir antes de llegar a saber a que fin puede llevar esta amalgama de locura y deseo por ti.

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