Se ha roto el amor, la sombra nos cubre y la luz no ha sobrevivido a la castástrofe, ya siento sus efectos, el alma se me ablanda, luego se me enferma y más tarde siento el fuego verdadero.
No dispongo de armas para enfrentar esto, mi ser se hunde por el amor en la mas honda de las ruinas y no tiene más remedio que saciar su sed en la fuente del olvido, para que cada despertar carezca de esplandor.
Vivire bajo la tentación de existir, mi mente apagará la luz de la razón, me llevaré todo, solo dejare los recuerdos de este amor roto, que me ha convertido otra vez en mortal , regresando los latidos a mi cuerpo hecho una estatua de sal.