Nuestro amor parece el poema delirante de un demente, y sin duda cualquier traducción agravaría esa demencia.
Y aún suponiendo que, te vas de mi por demencia, o que demente estoy yo por dejarte ir, seguiriamos sin saber porque tantas cosas, y no todas dementes, se han afanado tanto, primero en herirnos, y luego en separarnos.
Afortunadamente, para olvidar esa demencia, ese delirio, me entrego a escribir poemas abstrusos, que ni yo mismo entiendo porque no nos esta permitido poner limites a nuestra demencia, y, si Dios quisiera, podría hacer que vieramos unicornios. Pero...de que nos sirve ver el unicornio si nuestra demencia no cree en el?