Tu adiós desvia el curso de mis pensamientos y los dirige hacia un horizonte tenebroso e incierto, donde me haces caminar descalzo y con la luz apagada, haciendome imposible reconocerte en el silencio.
La noche se hace larga, nos hemos amado en una ilusión de sombra y complicidad, hemos ocultado el ardor de una pasión empalidecída y las dudas atraviezan nuestros cuerpos dispuestos a navegar en una nube de traición.
Un astro ilumina nuestra ventana y nos hace sentir escalofríos...estas pensando, todavía no has expresado lo que sientes y ya se lo que piensas, me consta lo que quieres.
Estas planeando un silogismo insensato, si no perverso, que aniquilará y hará añicos lo que queda de este amor.