La oscuridad de la noche se posaba por sobre todos los pequeños detalles del inmenso bosque que la luna acunaba con su encantador resplandor, el canto de las aves era inexistente y el viento soplaba ferozmente en un tormentoso pesar; escondido en una cueva, rodeado de tesoros incontables y clavado en lágrimas, un hombre de pelirroja cabellera mezclaba una y otra vez diversas sustancias coloridas en pequeños recipientes de madera, leía y hojeaba cientos de libros en una desesperada búsqueda que calmara el dolor que tanto sentía, que carcomía cada centímetro de su desolada existencia, y sin embargo, no lograba nada con ello, a cada segundo la desesperación abundaba en su interior obligando a las traicioneras lágrimas a desbordarse de sus orbes carmesí impidiéndole observar a detalle lo que hacía.
Así habían pasado los días que lentamente se convirtieron en semanas y estas eventualmente en meses, la chispa de su esperanza lentamente se desvanecía mientras buscaba la manera de recuperar al único ser que pudo amar sin limitaciones, esperando por el momento en el que cruzara esa puerta susurrándole que estaría bien, que de ahora en más no habría nada ni nadie que les pudiese separar. Kirishima Eijiro, un híbrido entre dragones y humanos, había jurado sobre la tumba de su amado que hallaría la manera de traerlo de vuelta a su lado, que vengaría su sacrificio y esperaría paciente por el momento en el que sus ojos se volvieran a encontrar, y así es como había terminado por dedicarse a la magia, hechicería y herbolaria, todo lo que pudiese ser de ayuda para cumplir su promesa, para poder, al menos, despedirse de aquella hermosa y extravagante existencia.
Después de haber pasado noches y días sin dormir, el joven dragón decidió descansar un rato para despejar sus pensamientos que poco a poco le inundaban en impotencia y desesperación, las lágrimas seguían surcando el arco de sus mejillas manteniéndolas húmedas mientras los recuerdos del pasado le asediaban, pronto se cumpliría un año desde aquella terrible tragedia y aún no se daba el tiempo de aceptar la cruda realidad, simplemente se había dedicado a buscar la solución a su pesar sin éxito por el momento, ¿cómo es que había terminado así?, rodeado de tantos tesoros, exiliado del mundo y de sus propios pensamientos, la verdad era tan cruel como el sentimiento arrasador en su pecho.
– ¡ATRÁPENLA!, Es una bruja y nos matará a todos, una pagana, hereje en toda la extensión de la palabra, ¡BÚSQUENLA Y QUE EL ENGENDRO QUE LLEVA CONSIGO, MUERA! – Las antorchas y trinches se alzaban por sobre las edificaciones de paja y madera constituyentes de un pueblo a la mitad de la nada, cercano a un bosque "maldito" que resguardaba criaturas de todo tipo, desde pequeñas y tiernas hadas hasta enormes dragones capaces de arrasar con reinos enteros en cuestión de segundos, del otro lado de la moneda, una mujer corría por su vida vestida en harapos y el pelo andrajoso cargando en brazos a su primogénito, buscando refugio en el único sitio donde se sintió bienvenida, al lado del amor de su vida, con la esperanza de que los pueblerinos no se atrevieran a cruzar la arboleda en su búsqueda
– ¡ALLÍ VA!, Está tratando de entrar al bosque – anunció uno de los caballeros de brillante armadura atrayendo la atención de todos los habitantes del sitio para ir a su cacería, el primero en atender al llamado fue el popular cazarrecompensas Aizawa Shota, quien audazmente se adentró en el frondoso y temido bosque siendo seguido por un par de sus aliados Yamada Hizashi y Toshinori Yagi, el primero un ingenuo trovador con buen oído, y el segundo, un hombre de honor con una fuerza abrumadora, unidos a la vista privilegiada de Aizawa eran el equipo perfecto, capaz de capturar a cualquiera cuyo nombre estuviera escrito en una lista negra
La mujer corrió sin parar hasta perder las luces distantes del pequeño poblado, se detuvo para tomar aliento a sólo un par de metros de su destino, el pequeño en su regazo comenzaba a inquietarse, miraba a su madre con sus enormes orbes rubí sin entender lo que sucedía, sólo podía escuchar el sonido de su voz agitada pero dulce que le repetía una y otra vez que estarían a salvo, sin embargo la realidad pintaba diferente, los pasos de aquellos tres hombres se escuchaban cercanos igual que sus voces por lo que la mujer reemprendió su jornada tratando de alejarse del peligro, un golpe sordo la hizo retroceder, frente a ella, el reino de Draco, un refugio para dragones de todo el país, se alzaba imponente mostrando al rey del mismo, su amado Chikara, un dragón rojo como la sangre bendecido con el don de hacerse pasar por humano por cortos periodos de tiempo para proteger a su pueblo de la amenaza que representaba la misma humanidad, el don del rey de los dragones. La chica de castaña cabellera corrió a su encuentro en medio de lágrimas y súplicas – Cuida de nuestro Eijiro, por favor – el resto de la historia es difusa y apenas entendible a la atrofiada memoria del joven híbrido que soñaba con sus primeros pasos en medio de un bosque desolado por el fuego y la hechicería
Después de aquello las Banshees arribaron para dar aviso de la muerte de cientos de dragones incluidos los padres del pequeño Kirishima, sin embargo, cuando llegaron al lugar no había nada más que un bebé escondido entre las edificaciones calcinadas, por lo que un par de ellas se dedicaron a criarlo hasta que llegase a la edad adulta y tomase su lugar en el poder, con el paso de los años el chico se fue volviendo más y más fuerte, era capaz de hacerse pasar por humano por periodos indefinidos y estaba dotado de gracia y ferocidad, lo que lo hacía bastante agradable.
Pero al igual que él, su curiosidad crecía a un ritmo alarmante, miraba al resto de las criaturas en el bosque reír y jugar con sus semejantes preguntándose dónde estaban aquellos que portaban su misma sangre, ¿por qué lo habrían abandonado?, ¿quién era aquella mujer que recordaba de forma distorsionada y que poco a poco iba olvidando?, ni siquiera las Banshees le dieron la respuesta a sus preguntas antes de partir, convirtiendo su curiosidad en soledad y ésta en amargura con el pasar de los años, "rey de la nada", así le llamaban las criaturas más crueles del bosque, y poco a poco ese apodo se fue incrustando en su corazón haciéndolo miserable.
☆ミ ☆彡☆ミ ☆彡☆ミ ☆彡☆ミ ☆彡☆
BUENAS TARDES PERSONITAS DEL MUNDO!!!
En esta ocasión les traigo otra historia kiribaku pero esta vez ambientada en el AU Medieval de la serie, espero que la disfruten muchísimo!!!
(Igual que la anterior será de corta duración y de diaria actualización)
NOS LEEMOS LUEGO!! BYEEEEEEEEEEEEE
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El hechizo en tu mirada
FanfictionEn una cueva oscura y solitaria el joven dragón Kirishima Eijiro busca la manera de recuperar al amor de su vida, Bakugo Katsuki, quien hace casi un año pereció sin darle la oportunidad de despedirse, ¿será que su determinación logrará su cometido? ...