Capítulo 6: Yaoyorozu Momo

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La lluvia se había detenido y el sol había hecho su aparición acariciando la flora perteneciente al hogar de diversas criaturas mágicas, las hadas danzaban de un lado al otro buscando bellotas y flores que les fueran de utilidad, los gnomos se hacían cargo de las pequeñas criaturas endémicas del bosque y finalmente, el último de su especie, el Rey Dragón se hacía cargo de su tarea de siempre, buscar la manera mágica de traer de vuelta su felicidad, y como todos los días, ésta no estaba dando los frutos esperados, prueba tras fallo comenzaba a fastidiarse sin dejar de intentarlo, ¿era aquella alguna clase de maldición?, no podía comprender el motivo por el cual sus diversos intentos fallaban uno tras otro de forma casi predispuesta – Destino, que gran idiotez – bufó antes de verter un par de sustancias a un matraz de madera y moler en ellas algunas semillas de girasol, el nuevo brebaje estaba listo y parecía prometedor, igual que antes, tomó un poco de tierra y la colocó en un recipiente, sobre de ella posó los restos inertes de lo que solía ser una rosa, vertió el líquido en ella y sorpresivamente regresó a la vida; su mirada se iluminó al observar los resultados de su experimento, chispas de luz contorneaban la figura de la reanimada flor, sin embargo, en pocos segundos ésta se trastornó en una espesa bruma oscura que poco a poco carcomía cada centímetro de la planta hasta convertirla en una versión negra de la misma, aquel suceso le recordó los sucesos que o hubieran llevado a perder al amor de su vida

– ¡Todoroki-kun! – el peliverde saltó de su lugar para saludar al miembro de la realeza que hacía su aparición en el establecimiento acordado la tarde anterior, a su lado, el fiel caballero Tenya Iida y la princesa del reino aledaño, Yaoyorozu Momo, le acompañaban con la mirada seria – ¡Su majestad! – el chico se inclinó ante la presencia femenina en la sala siendo seguido por todos en el sitio

– Oh no, no, lo siento, no es mi intención importunar, el príncipe Todoroki solicitó mi presencia así que decidí aparecer, no tienen que hacer reverencia a mi persona, está bien – musitó la pelinegra antes de acercarse a la mesa donde esperaba el resto del equipo y sentarse a su lado

– Midoriya, Iida, Uraraka, Asui – comenzó el heterocromático posándose a un lado de los mencionados mientras recargaba sus palmas en la mesa – les he llamado porque han localizado a Bakugo, mi deber como heredero de este trono es atraparlo sin importar qué, sin embargo, para eso he traído a la señorita Momo con nosotros, su reino trata de no involucrarse en asuntos de esta índole por lo que si ella es quien da la orden de rescatarle nosotros no estaríamos importunando a los intereses del reino a mi cargo – todos en la sala escuchaban atentamente sin apartar la vista del hombre que les dirigía la palabra, al parecer había pensado en un plan concreto que les permitiera salir bien librados de aquel inconveniente – el plan es sencillo, Iida, Uraraka, Midoriya y su servidor iríamos en su búsqueda al interior del bosque, la princesa y Asui se encargarían de buscar información en sus respectivos ambientes, de ese modo abarcaremos más terreno

– Una duda – indicó la de rosadas mejillas levantando la mano, el príncipe asintió para otorgarle la palabra – ¿por qué estamos en busca de Bakugo?, entiendo que es amigo de todos pero... si él no quiere que nos acerquemos no podremos hacerlo

– ¡Señorita Uraraka! – alertó el caballero Iida – hace aproximadamente 20 años se llevó a cabo la más desastrosa guerra mágica, se perdieron miles de vidas en ese entonces y se aislaron los reinos del bosque para evitar otra masacre como esa, si Bakugo irrumpe en el sitio y daña a alguna criatura o peor aún, un ser mágico lo ataca, podría significar el inicio de otra guerra con el Consejo Mágico, y esta vez las consecuencias podrían ser peores que las de hace dos décadas – todos en la sala asintieron con la cabeza ante la explicación del vivaz hombre armado

– Es justo por eso que debemos partir lo antes posible – indicó Todoroki centrando la atención nuevamente en él – Midoriya – llamó atrayendo los orbes esmeralda hacia los suyos – ¿podría All Might aventurarse con nosotros en esta cruzada?, sería de gran ayuda

El hechizo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora