Capítulo 13: All For One

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Un sonido hueco perturbó sus pensamientos, el sonido de pisadas a la lejanía le obligaron a dejar de lado sus experimentos y caminar de regreso a casa, ellos no se detendrían, las ramas crujían bajo sus pies a cada pequeño movimiento, cuidadoso de sus propios pasos se escabulló de vuelta a su guarida, pero sus persecutores no harían lo mismo, apenas divisaron aquella cabellera pelirroja en el horizonte comenzaron a seguirle de cerca arrasando con todo lo que se interponía entre ellos y su presa – ¡Allí va!

Las hojas cedían al paso de las diferentes figuras que corrían entre ellas dando alcance a su objetivo, quien al notar aquello desplegó sus alas para batirlas con fuerza en el aire buscando despegar, sin embargo, un lazo luminoso ató su pierna impidiéndole la huida – ¡Te tengo!, esta vez no escaparás – la mujer dueña del lazo comenzó a tirar de éste hasta atraer cerca de sí a la bestia – Me debes un frasco de sangre~

– ¡Toga!, déjalo en paz, Shingaraki dijo que lo quería vivo – habló el chico de ojos esmeralda mientras se aproximaba a la ubicación del recién capturado dragón – Veo que has estado ocupado, ¿para qué pensabas usar esto? – indicó tomando el frasco de las manos del chico que se resistía al campo mágico del lazo sin mucho éxito – Patético, pero buen intento, deberías agregar dos hojas de menta y unas gotas de manzanilla, tal vez así de mejores resultados, ahora vámonos

– Él confiaba en ti – finalmente habló el pelirrojo al verse abatido y halado a rastras cual animal – Él realmente te consideraba su amigo

– ¿Y esperas que crea eso? – masculló el chico antes de darse la vuelta y avanzar entre los árboles siendo seguido de la rubia y Kirishima

– ¡Esos malditos imbéciles! – el cenizo bufaba mientras golpeaba el tronco de un árbol con toda su fuerza hasta hacerse sangrar

– Bakugo – musitó su pareja recibiendo una mirada fría como respuesta – sé que esto se ve mal pero no podrán hacer nada sin fundamentos reales, el Ministerio no actuará a menos que...

– Que comprueben magia en el ataque – completó el chico deteniendo su ataque a la vegetación del lugar – ¿qué acaso no estabas allí?, ese bastardo tiene magia en la sangre, y no es exactamente del tipo bueno – el contrario tomó sus manos limpiando la sangre en ellas con sus ropas

– En ese caso podemos pretender que ya nos hemos marchado, este bosque es muy grande y hay muchos lugares en los cuales podemos refugiarnos para pasar desapercibidos

– ¡¿Hah?!, yo nunca huyo de un problema

– Y eso fue lo que te condenó en primer lugar – el cazador le observó fijamente apartando sus manos con desdén de las de su amante – L-Lo siento no quise...

– Ya no importa – chasqueó la lengua y apoyó su cabeza en el hombro del pelirrojo logrando que éste le abrazara con timidez – seguiremos tu plan por ahora, mientras pienso en alguna manera de contratacar... no quiero que nos maten por una estupidez

– No lo harán...

Llevaban andando varias horas, los pocos rayos de luz que traspasaban la arboleda poco a poco se fueron desvaneciendo hasta dejar en penumbra todo cuanto se hallaba en los alrededores, las bestias salvajes y los insectos nocturnos eran las únicas figuras reconocibles en medio de toda la oscuridad adyacente, a lo lejos, ruinas de piedra se alzaban imponentes marcando el final del área mágica, el dragón fue arrastrado dentro de las instalaciones apenas iluminadas por candelabros a punto de extinguir sus llamas, el viento sinuoso de fuera se colaba por entre los muros desgastados y el aroma a humedad inundaba el ambiente, sin duda el sitio había estado deshabitado desde hacía un tiempo, pronto unas enormes puertas se abrieron de par en par dejando ver lo que parecía ser el salón central de tan colosal estructura – ¿Sabes qué es más problemático que un terco cazador de dragones? – una voz profunda y ronca se hizo resonar con eco a lo largo y ancho de la habitación haciendo que los recién llegados se detuvieran en seco y arrodillaran con la cabeza gacha, no sin antes obligar al pelirrojo a imitarles – Lo único más problemático que un humano obstinado es un dragón enamorado, ¿sabes la razón?

El aludido negó con la cabeza tratando de visualizar al dueño de aquella tenebrosa voz, pero en su lugar se encontró con el protegido de este – Son demasiado poderosos – habló el hombre de cabellera blanca y arrugado rostro – misma razón por la que estás aquí ahora, eres... ¿cómo decirlo?, uno en un millón

– ¡Ya me quitaron lo que más amaba!, ¿qué más quieren? – exclamó desesperada la bestia haciendo reaccionar a sus captores para controlarle – No tengo nada que ofrecerles... y ustedes a mí tampoco

– Yo sí tengo algo que ofrecerte... – masculló la voz que anteriormente hubiera causado pánico en los presentes, de entre las sombras, un hombre alto y fantasmagórica apariencia se hizo presente mirando a todos de pies a cabeza, siendo seguido por el príncipe del Reino de Fuego, quien inmediatamente se colocó a un lado del peliverde con la mirada perdida en el horizonte – te ofrezco el poder de tener la vida que siempre deseaste con ese insípido ser que llamaste tu amante, a cambio, claro, de tu esencia mágica, permíteme intercambiar tu sufrimiento por amor

El híbrido se quedó callado observando a la imponente figura que le hacía tal ofrecimiento, aunque sonara tentadora la idea era incapaz de romper la última promesa que le había hecho al amor de su vida, no podía faltar a ese último aliento ensangrentado sobre sus brazos – ¡Kacchan! – una voz aguda se hizo sonar para después mostrar a su dueño vislumbrándose entre los matorrales del recinto en el que se ocultaban – ¡Gracias al cielo!, he estado buscándote hace semanas

– ¡Maldito sabelotodo!, ¿cómo nos encontraste? – espetó el cenizo al observar a su "amigo" de infancia invadir su territorio – ¡¿Quién te ha seguido?!, Kirishima debemos irnos – ordenó mientras desenvainaba su espada y la colocaba en el cuello del más bajo

– ¡Espera!, vengo a pedirles ayuda... como a ustedes, Todoroki y yo somos fugitivos, él... – el aludido se hizo aparecer igual que su acompañante, se mostraba sombrío a comparación de antes, miró fríamente a los presentes exceptuando a Midoriya y completó lo que este trataba de decir

– Soy mitad demonio ahora, se me acusa de usar magia negra para su asimilación... inclusive mi padre me ha desterrado, se nos tiene prohibido pisar tierra humana, así que no tuvimos opción más que seguir sus pasos para pedirles refugio y de ser posible algo de comida

– ¡¿ENSERIO CREEN QUE...

– ¡Claro! – interrumpió el pelirrojo a su pareja acunando la mano del heterocromático entre las suyas – siempre y cuando Blasty esté de acuerdo – Midoriya dejó escapar una risita al escuchar el apodo usado por el dragón logrando que el aludido pretendiera encajar su espada en su cuello haciéndole un pequeño corte

– Hagan lo que quieran, pero si nos molestan los mataré – sentenció antes de tomar la mano de Kirishima y apartarla de la del príncipe para después llevarlo lejos del sitio – ¿qué crees que estás haciendo?, ¿no se supone que debíamos pasar "desapercibidos"?

– Bakugo, son tus amigos, no puedes dejarlos morir por allí

– Claro que puedo – sonrió con autosuficiencia encandilando los rubíes pertenecientes a la bestia que tomaba por su pareja, en un parpadeo ya se hallaba acorralado entre el tronco de un roble y el inquieto cuerpo del híbrido

– No me provoques así o no seré capaz de controlarme por más tiempo – murmuró con voz ronca penetrando en los orbes carmesí contrarios a los suyos

– Quiero ver que intentes algo enserio –aquella frase encendió por completo el fuego que trataba de mantenerse sereno en medio de la tormenta

El hechizo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora