El hechizo en tu mirada

15: Todoroki Touya

– Me temo que tendré que negarme a la oferta – habló contundente el dragón causando un respingo sorprendido en los presentes, exceptuando al hombre al que se dirigía

– Kirishima-kun no te sugiero que... – el peliverde fue detenido en su palabrería por el mismo All for One, quien lentamente se acercó al híbrido que le miraba desafiante para después sonreír

– Así que es tu última palabra – el pelirrojo asintió con la cabeza sin titubear – bien, eres bastante útil así que te daré una segunda oportunidad después de que hayas visitado las mazmorras, ¡Toga! – alegó el hombre haciendo que la chica saltara de alegría en su lugar – sabes que hacer

– Sí mi señor – la mujer comenzó a halar al chico hasta llevarlo a rastras por la escalera que llevaba al sótano de la abandonada y mugrienta estructura, una vez allí, la chica le desató sin mucho reparo y besó su mejilla – ¿por qué te niegas a deshacer tu peor pesadilla? – canturreó la rubia antes de encerrarle en el calabozo y alejarse saltando, el contrario no hizo más que sentarse a esperar que lo peor ocurriera, en una esquina abrumada por el viento helado que se colaba de las paredes el pelirrojo comenzaba a ver borroso hasta perderse en la bruma de sus pensamientos, vívidos como el día en que sucedieron, dolorosos como el momento en que lo vio partir, arrepentimientos que no cabían en su pecho pronto se amontonaban hasta hacerle llorar

– ¡¿Qué demonios estás haciendo Todoroki?! – el mitad demonio se había revelado junto a su acompañante, habían pasado solo un par de días antes de que Bakugo descubriera sus verdaderas intenciones obligándolos a mostrar su verdadero rostro, y ahora, el príncipe se enfrentaba mano a mano con el dragón rojo – ¡No quiero lastimarte así que déjalo! – insinuaba el chico mientras observaba detrás suyo a su pareja tratando de pelear limpiamente contra el que fuera su "amigo de infancia"

– Pobre, aún piensas que soy el amigo de tu novio – espetó el heterocromático antes de escuchar la señal que les daría pie a atacar sin consecuencias, la barrera mágica se había roto, el Consejo estaba cerca y la guerra estallaría en cuestión de minutos, sólo debían darles un empujón – ¡Midoriya!, haz tu parte – el peliverde asintió en medio de la batalla que sostenía con el cenizo, en un descuido de éste, escapó por entre la arboleda, iba a ser seguido por el demonio pero Kirishima le impidió el paso evitando que hiriese a Bakugo en el proceso

– Ve por él, te veré en el jardín cuando termine – ahí estaba la frase que jamás debió decir, el contrario asintió ferviente a la orden y corrió detrás del de ojos esmeralda, mientras tanto el dragón se mantenía retrasando la labor del demonio

– Te crees demasiado listo, no podrás evitar que pase... es destino – el chico se fundió con las sombras de los árboles despistando la vista del mayor de ambos, quien se transformó listo para la batalla – sin familia, sin hogar – repetía el demonio escondido entre la maleza, esperando el momento para atacar – ni siquiera eres capaz de recordar a la mujer que te condenó a esta vida – dicho esto se lanzó sobre el híbrido obligándolo a escupir fuego en su contra, así, una batalla entre luz y oscuridad comenzó su recorrido

Mientras tanto el cenizo había logrado darle alcance al menor de sus problemas, le tenía amagado contra una roca y una espada en su garganta le amenazaba con matarlo – ¡Habla maldito Deku!, ¿qué demonios quieres?, ¿por qué carajos haces esto?

– ¿Necesitas una razón? – inquirió el otro desenvainando su espada, la cual tan pronto como abandonó su vaina se encendió en llamas al rojo vivo – Sólo hago lo que tengo que hacer – la blandió con fuerza haciendo que el contrario retrocediera y aún así fuera alcanzado por el fuego que emanaba – No te metas en mi camino, sólo quiero a Kirishima