Princesa encantadora x male reader ( yaoi/ harem)

15._

Pov Lucas.

Era de noche y no podía dormir así que decidí dar una visita a conejito.

Salí de la habitación y caminé unos metros hasta llegar a la puerta, por debajo se veía la luz encendida.

Abrí un poco y lo llamé.

- Conejito ¿Estás despierto?- pregunté.

- ¿Quién es? - se escuchó una voz femenina.

" ¿Que hacía una mujer aquí?" Pensé.

Me adentré en ella y pude ver a una mujer rubia, con un vestido rojo sentada en los sillones mientras tomaba té y otras dos en la cama tumbadas hablando susurrando entre ellas mientras me miraban.

-¿Quién eres?- me habló sin emociones la rubia que tomaba té.

- Soy Lucas el prometido - remarqué- de Kieran.

Escuché que las otras cuchichear.

- ¿Dónde está el dueño de la habitación?- pregunté.

- Está en el baño - me dijo una peli-blanca.

Asentí y me dirijo al baño y cuando abro la puerta me encuentro la sorpresa de mi vida, una mujer rubia estaba en paños menores mientras le lavaba el cabello a Kieran.

- Tatiana hoy me toca a mí - reclamó la rubia sin mirara a la puerta pero cuando se dió vuelta para encararme gritó.

Kieran rápidamente se levantó de la bañera en posición de ataque dejando ver todo su cuerpo.

Me sonrojé y con la mirada lo recorrí por completo, caderas pequeñas, piel blanca haciendo que sus botones rosados resalten y...para nada pequeño...

- ¡Lucas!- me gritó.

Dejé de recorrerlo con la mirada para posar mi vista en su rostro viéndolo sonrojado y con el ceño fruncido.

-¡Fuera ahora!- me gritó.

Y así lo hice.

- Joven le sangra la nariz - me dijo una pelinegra con una sonrisa burlona.

- Aquí tiene - me dió la peliblanca un pañuelo.

Lo cogí dándoles las gracias y me lo puse en la nariz.

Pov Kieran.

Una vez que salió Lucas Diana empezó a reír.

- ¿Te volviste loca? - le pregunté.

- No solo que...puff...su cara...jaja - no paraba de reír.

- Aah...- suspiré.

Me encaminé en donde teníamos las toallas y me puse una en la cintura.

- Ten ponte tú el albornoz ya que la ropa está afuera - se lo ofrecí.

- Gracias - me lo quitó de las manos, se deshizo de la toalla mojada que la tapaba dejándome ver todo su cuerpo que no era la primera vez que veía y se puso el albornoz.

Salimos del cuarto de baño y vimos como Tatiana molestaba a Lucas.

Tatiana cuando me vio salió corriendo hacía mí y me abrazó dejando mi cara entre sus pechos.

- Tatiana necesito respirar - le dije, ella iba a decir como siempre que no la quería pero me adelanté - sí te quiero pero los seres vivos necesitamos respirar - así es como me soltó haciendo un mohín.

-¿Me explicas?- preguntó Lucas con los brazos cruzados.

- Lucas te presento a las reinas de las hadas Tatiana- la señalé y ella le lanzó un beso - Navier - la señalé y ella solo dió un sorbo a su té - Rashta - la señalé y ella le saludó con la mano - y por último Diana- ella solo se le escapó una risita.

- Vale me las presentas pero eso no explica que hacen aquí - dijo todavía serio.

- Ha eso voy tranquilo, ellas hace unos años hicieron un contrato conmigo - toqué mi pecho donde tenía la marca- y solo querían que las quisiera - Lucas abrió la boca para decirme algo pero lo corté - sí sé que estoy comprometido contigo pero no puedo decidir quién quiere mi corazón ellas son importantes para mí, me enseñaron cosas que nadie más podrían y me hicieron feliz como tú también lo hiciste, te quiero y me casaré contigo, te daré hijos pero comprendeme no soy cómo los demás...- agaché la cabeza esperando algún insulto.

Él se quedó estático procesando todo lo que dije.

- ¿Pero tú me quieres?- me preguntó.

- Sí te quiero eres unas de las cosas más importante de mi vida junto con ellas.

- Vale acepto compartirte con ellas solo...no me dejes...- dijo aquello triste.

Ahora qué recuerdo he estado distante con él por culpa del príncipe y mi investigación.

Me acerqué a él y acuné su rostro en mis manos.

- Nunca te dejaré, aunque muera seguiré contigo en forma de fantasma.

- O hada - soltó Diana.

La miré esperando una explicación.

- Al hacer un contrato con nosotras una parte tuya se convierte en hada igual que al hacer el contrato con Ajax o los demás - explicó Navier.

Me acerqué a Navier.

-¿Ahora soy parte hada, demonio, ángel y zorro?- pregunté.

- Sí, solo con seres superiores ya que pasa esencia de nosotros a tí - me explicó ahora Rashta.

- Ooh...- me dirigí rápidamente al escritorio y saqué el diario de mi antepasado. Le puse un poco de maná en el candado y se abrió, cogí una pluma y escribí lo que me explicaron.

- ¿Qué es eso?- me preguntó Lucas a un lado mía.

- Un diario que encontré en la mansión que gracias a él puedo seguir vivo.

Se lo extendí para que lo leyera.

Empezó a leerlo, no tenía mucho escrito de mi antepasado y cada vez que yo descubría algo lo escribía ya qué ese conocimiento le puede servir a alguien más.

- Aquí pone como curar el colapso de maná - dijo sorprendido Lucas.

- Sí me lo explicaron Ajax y Agar para que lo pudiera apuntar.

- ¿Me dejarías leer lo que pone? - me casi rogó.

- Vale pero qué no caigan en malas manos - le advertí.

Él asintió como niño pequeño.

- Ahora creo que es hora qué me vista - estornudo escandalosamente.

- Sí y luego ven para que te seque el pelo - me comentó una Diana ya vestida.

Cogí la ropa del armario y me cambié en el baño.

Salí y me senté en una silla, detrás se puso Diana y Navier para que así saliera aire caliente.

- Waah impresionante - se asombró Lucas cuando vio los poderes de ambas mujeres combinados haciendo salir aire caliente.

Después de unos minutos ya tuve mi cabello seco.

- Creo qué es hora de dormir - me refrego los ojos intentando quitar un poco el sueño.

- ¿Puedo dormir contigo?- me pregunta Lucas volviéndose un niño pequeño.

-¿Cuando...? - abrí mucho los ojos sin poder creermelo.

- Ahora, lo acabo de leer en tú diario - me explica.

En la novela no lo llamaban genio por nada.

- Vale puedes dormir conmigo.

Entonces escucho cuatro vocecitas:

- ¿Nosotras también?

Me doy vuelta y me las encuentro a todas convertidas en niñas.

-¡Que lindos sois!- exclamó apreciando a los cuatro - okey podéis dormir conmigo.

Les ayude a subir a la cama, dejaron un hueco en medio para mí y así es como los seis dormimos esa noche.

Continuará...