Princesa encantadora x male reader ( yaoi/ harem)

17._

Pov Kieran.

Suelto con cuidado a Tatiana en el suelo y me doy vuelta encontrando me a los cinco restantes.

- Hola - saludo también con la mano.

Diana y Rashta salen corriendo y me abrazan.

Les acaricio la cabeza a cada una.

- También quiero mí beso...- hace un mohín Diana.

" Qué tierna se ve" pensé.

La cogí de la barbilla y la besé, un beso lento.

- ¿Alguien más?- pregunté con un dejé de diversión.

En mi campo de visión pude ver cómo Rashta subía la mano pero también Agar y Tomoe. Reí por qué Agar se veía emocionado.

- Primero las señorita - le puse delicadamente la mano en su mejilla y la besé tiernamente. Me separé y rápidamente gritó Agar:

-¡Ahora yo!

Me acerqué a él con paso lento, ahora me doy cuenta que crecí ya qué Agar la última vez que nos vimos me sacaba una cabeza y ahora somos iguales o incluso yo un poco más alto.

Cerré mis ojos y me aproximé a su rostro hasta a llegar a tomarnos pero paré.

- Sí cierras los ojos no me sentiré tan observado - abrí los ojos viéndolo cómo un cíclope, no me aguanté, me separé de su rostro y me reí.

- ¿¡Y eso a qué viene ahora!?- preguntó casi gritando.

- Perdón perdón - dije limpiandome las lágrimas que habían salido - ahora cierra los ojos - le advertí.

Él de piel morena asintió y cerró los ojos, me acerqué y le besé pasándole algo de mi maná. Después de unos segundos nos separamos.

- Tu maná siempre es refrescante~ - dijo en tono coqueto.

Arquee un ceja pero lo ignoré acercándome al zorrito que estaba inquieto.

- Tomoe~ - canté su nombre.

Este me miró y tenía los ojos cristalizados junto a un sonrojó en sus chachetes.

- Eres tan tierno - le estiré de las mejillas escuchando un quejido.

Paré de tirarle y le besé una mejilla para luego seguir la otra y por último terminar en un vasto beso en los labios.

Me separé y estaba sonriendo sonrojado.

- ¡Tierno!- le revolví el pelo.

Escuché un garraspeo, me di vuelta mirando a los hombres presentes y Agar veía divertido a Ajax.

- ¿Tú también?- dije divertido ya qué estaba con cara serena pero el había sido.

- Yo no levanté la mano - se defendió.

- Y yo te creo - me acerqué y me puse enfrente mirando hacía arriba ya qué seguía siendo más alto.

Le agarré del filo de la camisa e hice que se agachará lo suficiente para besarlo. Tomé el mando del beso, y aproveché para deshacerme de una pequeña cantidad del maná oscuro.

Nos separamos y le sonreí de forma descarada viendo el pequeño casi imperceptible tono rojizo de sus pómulos.

- Ahora muéstrame lo que hiciste en estos últimos años- me estiré y salí de la habitación siendo seguido por Ajax.

- Amo cámbiese primero - me regañó este.

Chiste la lengua ya qué cómo no me cambiara se pondría pesado. Chasqueo mis dedos cambiando mi pijama por una camisa beige y pantalones azules.

- ¿Contento?- pregunté rodando los ojos.

Él se adelantó y abrió una puerta, entré primero pudiendo ver un despacho con un escritorio de madera oscura junto a su silla con su almohadón rojo vino, grandes librerías llenas de libros, paredes de un color blanco que contrastaba con el mármol negro del suelo, una alfombra roja vino con pequeños toques blancos, en un lado había una mesita ratona junto a dos sofás y un gran ventanal con terraza.

- Impresionante...- murmuré apreciando todo.

- Esto es suyo, lo prepararon las reinas para qué tuviera un lugar dónde trabajar cuando despertara - me informo mientras sacaba algunos libros de las estanterías. No me di cuenta cuando llegó allí.

Me acerqué al escritorio, lo acaricié con la yemas de mis dedos apreciando lo suave qué estaba la superficie.

- Sentiesé para poder leerlo todo con más tranquilidad - me recomendó.

Dí la vuelta al escritorio y me senté en la mullida silla.

Ajax puso los papeles en el escritorio, no eran muchos para ser cien años.

Cojo uno y lo leo, era la información de un pequeño ejército de ochenta caballeros.

Lo suelto y agarró otro, este era sobre la propiedad, una mansión con 2000 metros cuadrados, cerca de un bosque.

" Eso me viene bien " pensé, echaba de menos poder escaparme al bosque y poder jugar con las criaturas que habitaban en este.

Puse el papel encima donde solté el otro, agarré otro leyéndolo y era el personal contratado, no eran muchas personas 3 cocineros, 6 sirvientes y 4 jardineros.

- No contraste a muchos más, no me gusta mucho tener un ejército de sirvientes, me recuerda al palacio - le informe pasando al siguiente papel.

Este era de la aldea qué gobernaba, era pequeña, unas 300 personas, pero con grandes recursos.

Pasé al siguiente pero este era un informe sobre la bajada de nacimientos de donceles.

- Parece qué se van a extinguir - dije haciendo una mueca.

- En estos últimos cinco años no a nacido ninguno - me pasó un periódico.

- Significa qué ya no son necesarios...

Así estuve toda la tarde arreglando algunos papeles necesarios y dando ideas de nuevos negocios para ganar más dinero.

- Amo una última cosa que informar, lo llaman el duque fantasma - dijo con cierta diversión.

Levanté la mirada de los papeles para prestar mi total atención al peliblanco. Arqueé una ceja.

- Cómo nunca aparece, ni se a escuchado de sucesor ni nada...

Suspiré, me quité el anillo que me dió Lucas y se lo lancé.

- Con esto puedes copiar mis características, haz de vez en cuando una aparición en público.

- ¿No...no se va a quedar?- preguntó lentamente.

- No, volveré a dormir por otros años más, te encargo lo del duque fantasma...- se me ocurrió una idea- mejor - chasqueé mis dedos apareciendo mí odioso velo - cuando aparezcas cada...cincuenta años más o menos lleva esto en el rostro.

Él asintió y cogió mi velo.

Me estiré en la silla haciendo sonar mis articulaciones.

- Creo que ya es hora - me levanté de la silla, siendo seguido por el mayor.

Me acompañó hasta la habitación donde estaban todos con caras tristes.

- Volveré pronto, será rápido lo prometo y os encargo mi seguridad - dije sonriendo mientras me acercaba a la cama.

Chasqueé mis dedos y aparecieron mis ropas de dormir, me tumbé y esta vez me puse yo el hechizo para unos 200 años.

Continuará...