Princesa encantadora x male reader ( yaoi/ harem)

22._

Pov Kieran.

Volví a donde me encontraba antes, no había pasado más de tres horas. El show de Diana tenía un montón de espectadores dejándome sin sitio para ver.

Caminé hasta una pared y me recosté en ella, estaba cansado.

- Amo olvidó su pulsera - escuché a Ajax.

Extendí mi brazo y el me la colocó, cuando ya estuvo puesta me dió un beso en la mano y desapareció. Dejé caer la mano y cerré los ojos.

Al cabo de otras dos horas más acabó.

- ¡Ran!- me llamó, me acerqué y le ayudé a recoger las cosas.

Ya de camino a casa me preguntó:

- ¿Por qué te fuiste a atrás?

- Para que las personas que nunca te vieron pudieran verte bien - mentí descaradamente, no le iba a decir qué fue porqué me fui a hacerlo con un demonio y cuando volví ya no había sitio.

- Qué bueno eres - me alabó.

- Si...

Se colgó de mi brazo y empezó a cantar una canción cualquiera, le seguí en el estribillo y por último acabamos haciendo duo.

- ¡Qué bien cantais niño!- nos alabó la madre de Diana, cuando llegamos cantando.

- Gracias - dijimos al unisono.

- Lo siento voy a dormir algo - me despedí y fui a la habitación, me tiré a la cama y me quedé del tirón dormido.

(...)

Abro los ojos encontrando la habitación a oscuras, miro hacía la ventana viendo la luna junto a las estrellas adornando el cielo. Diana estaba durmiendo a mi lado.

- Creo qué voy a ir a Obelia, a ver a Claude - susurro y me levanto.

Hago aparecer una capa con una gran capucha, me la pongo y me teletransporto al castillo de Obelia, más específicamente a mi antigua habitación pero sorpresa estaba el pequeño Claude en ella.

-¿Qu-quien eres?- me preguntó asustado.

- No se asuste príncipe, soy un mago y e venido a cumplirle su deseo - le digo cómo si estuviera contando un cuento.

No quiero que llamé la atención, no tengo muchas ganas de que me encarcelan o peor me ejecuten.

- ¿Me cumplirás cualquier deseo?- me pregunta ladeando la cabeza.

"¡Dios está cosita tan tierna como se puede convertir en un papucho sicópata!" Fangirleo en mi interior.

- Así es.

- Quiero a alguien que me quiera y nunca me abandone...- dice triste.

Me acerco y le doy un cálido abrazo.

- Lo tendrás mi príncipe pero tienes qué crecer, allí la conocerás - me separo y le acaricio la cabeza - por ahora ten - hago aparecer un conejo de peluche negro con los ojos rojo - cuando te sientas solo habla con el - se lo entrego.

- Gracias gran mago - abraza fuertemente al peluche.

- Venga acuéstate, te contaré una historia - veo cómo va corriendo a la cama y se acuesta abrazando al peluche - bien...- pienso - había una vez una joven de otro mundo qué por azares del destino acabó viajando dentro de un libro - veo qué sigue despierto - siendo la hermano de un gran mago, su infancia fue muy feliz junto a sus dos padres y hermano mayor pero un día calló en un profundo sueño...- veo cómo se a dormido - y aquí acaba el resumen de mi vida - río divertido, me acerco a la cama, le arropo bien y le doy un beso en la frente - duerme bien mi futuro emperador...- susurro para luego desaparecer.

Aparezco en mi territorio, afuera de la casa, abro las puertas entrando haciendo resonar el tacón de mis botas.

- Ajax, Agar dejad de coger y venid - susurro de broma.

Aparece Ajax con la camisa mal puesta y Agar con todo el cuello lleno de mordidas y chupones.

- Pues sí que lo estabais haciendo - digo divertido.

- ¿Qué le trae aquí joven amo?- me pregunta un molesto Ajax.

- Nada en realidad sólo qué no tenía sueño - sonrió - pero seguid yo me quedaré aquí y a Agar dame tú mano - extiendo mi mano y el pone la suya encima, le paso una cantidad de maná abrumadora haciendo qué se debiliten las piernas y caiga de rodillas - Agar está listo para continuar - doy una sonrisa ladina y me voy hacía la sala.

- Hola - me saluda Rashta la cual estaba sentada tejiendo.

-¿Y eso?- pregunto acercándome.

- Te estoy haciendo una bufanda - me enseña el cachito de no más cinco centímetros.

- Gracias - le doy un beso en los labios haciéndola sonrojar - bueno voy a ver a mi zorrito.

Me teletransporto a su habitación en donde no había nadie, me siento en la orilla de la cama a esperarlo, no tuve esperar mucho a verlo entrar por la puerta secando su pelo con una toalla.

- Hola - saludo con la mano y una gran sonrisa.

- ¡Amo!- dice sorprendido y meneando su cola de un lado a otro.

- Bine a verte - me quité la capa dejándola a mi lado.

- Su pelo...- se acerca y toca mi corto cabello.

- Puedo hacerlo largo con magia no te preocupes - quitó su mano de mi cabeza y la pongo en mi mejilla, noto cómo su pulgar la caricia, cierro mis ojos disfrutando las caricias.

- Amo me enteré lo que hizo con Ajax...- susurra.

- Sí, fue necesario - le contesto, abro mis ojos y veo qué está haciendo un puchero- vale...pero tú eres el de abajo- le señalo y él asiente.

Me levanto de la cama y lo beso apasionadamente pero no dura mucho ya qué se separa respirando irregularmente.

Aprovecho y voy quitándole la camisa dejándome ver esa piel sin imperfecciones y sus rosados botones los cueles me meto en la boca, los lamo y muerdo sacándole pequeños gemidos.

Me separo y me quito la camisa tambien, el aprovecha y se quita los pantalones y ropa interior, se acerca a la cama y se pone en cuatro con su cola tapando su trasero.

Me acerco y le acaricio la espalda - sí no quitas tu cola no podré hacer nada - paso mi dedo índice por esta y veo cómo se le ponen de puntas los pelos de la cola. El aparta la cola y la agarra.

- Bien...voy a meter un dedo - lamo mis dedos lubricandolos bastante.

El peliblanco solo asiente la cabeza, meto un dedo notando lo estrecho qué era, lo dejó quieto, al cabo de unos minutos lo muevo ya más suelto permitiéndome meter otro y así hasta poder meter dos más, mejor bien dilatado qué después pasé dolor. Mi entrepierna ya dolía de lo excitado qué estaba gracias a sus gemidos.

- Bien ahora voy yo...- susurro, alineó mi erección con su entrada, la meto de golpe , esperaba escuchar algún reclamo pero en cambio se corrió y después calló desmayado. Lo saco despacio y me quedo en la cama sin poder creerlo - ahora que...- miro mi erección.

Me teletransporto al cuarto de la pareja pero no estaban así qué no se me ocurría donde podrían estar.

- Malditos...cuando los necesito no están...- susurro.

Salgo de la habitación hacía unos de los baños.

- Tocará ducha fría...

Continuará...