Capítulo 2: Destino.

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El tiempo nunca se detiene, corre y en ocasiones vuela, si no lo haces a su ritmo tienes el riesgo de estancarte en los mismos lugares, enfrascarse con la misma gente o peor aún repetir las mismas situaciones. 10 años en este lugar y estoy a un mes de salir de aquí, no se si es bueno o malo, que me depara el futuro. ¡Difícil saberlo!

Después de su partida, mi vida no fue la misma, estoy segura que no lo será nunca. Cómo olvidar ese fatídico 11 de  Noviembre, que cuando pensé sería mi mejor cumpleaños se convirtió en mi peor pesadilla. Ahora solo veo pasar los días sin ninguna ilusión, lo único que espero es huir de ese pasado que me persigue, ser lo que siempre deseé, lo que ella quería para mí. La felicidad en plenitud ¿Seré capaz de encontrarla?

***

Los rayos del sol entraban por la ventana de mi habitación, esa que todas las noches tengo la dicha de compartir con el hombre de mis sueños. Me muevo en la cama para acurrucarme a él, como lo hago desde hace dos años que vivimos juntos. Pero es inútil otro día más que no amanece a mi lado. Suspiró profundamente y llevo mis manos a mi rostro para tallar mis ojos, me siento en la cama y veo una nota como las de hace seis meses después de que pidió mi mano. La sé de memoria, pero todavía tengo la esperanza de que diga algo más, un buenos días, algún te amo, te extrañaré, por qué te necesito. Pero no, la nota siempre dice lo mismo.

Leticia tuve que salir temprano, tengo una sesión importante. Nos vemos por la noche.

No sé en qué momento se convirtió nuestra relación en esta monotonía tan asfixiante. Calma Leticia cuando sean marido y mujer esto cambiará. Suspiré emocionada y me dejé caer en la cama. Falta poco para ser la señora Domenzaín mi más grande y anhelado sueño. Mi ilusión fue interrumpida por el sonido incesante de mi celular, el cual tomé entre mis manos, una llamada de un número desconocido.

-Bueno.
-Leticia Padilla Solís.
-Sí, ella habla. ¿Quién me busca?
-Soy Paula María asistente de presidencia de la Empresa Conceptos. La llamo porque fue seleccionada para la campaña que nuestra empresa tiene con Bella Life. Necesita venir hoy por la tarde, el señor Lombardi y nuestro presidente la esperan para firmar el contrato. O disculpa ni le pregunté si le interesaba.

Reí junto con ella, eso no se preguntaba, pero claro que estaba lista para esta nueva aventura, es lo que estuve esperando toda la semana, que esta campaña de un año fuera para mí.

-No hay problema. Por supuesto que me interesa a las 2:00 en punto estoy ahí.
-Perfecto. Nos vemos más tarde.

Colgué y sentí que volví a la vida, esto fue por lo que luché cada día, por una carrera exitosa en el modelaje, es mi prioridad y lo será siempre. Con una sonrisa en mis labios comencé mi rutina de la mañana, ansiando que llegarán las dos de la tarde para comenzar a realizar lo que más me gusta, lo que me hace feliz, lo que siempre trate de conseguir, sabía que todo lo que había pasado en mi vida valía la pena si estaba por firmar el contrato más importante de mi carrera profesional.

Me mire por última vez al espejo antes de salir de mi casa, estaba perfecta, lo que más me gustaba de mi vida era estar a la moda, el modelaje lo que más tiene es que te enseña el arte del buen gusto y de la elegancia. Sonreí porque amaba este atuendo, que era una falda negra ajustada al cuerpo con una abertura y cuatro botones. Un corset beige con líneas negras,  con un escote pronunciado y tirantes. El indicado para firmar ese contrato.

 El indicado para firmar ese contrato

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La Fea Más Bella: Yo te prefiero a tí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora