Capítulo 5: Soberbia.

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A simple vista tenía un sentimiento de superioridad, provocando un trato distante o despreciativo hacia las personas. En pocas palabras es altanero, arrogante, con una vanidad, y orgullo implacables.

Con el pasar del tiempo su cambio fue diferente, en cada una de las tomas que en la universidad realizó para mí, me hizo sentir especial, aunque sabe poco de mi pasado, me apoyó siempre, hasta que un día le dije que sí, y ahí todo mi alrededor fue oscuro, donde solo invadía la duda, la soledad, la tristeza inmensa se agudizaba, de nada servía mi belleza, cuando mi alma se sentía vulnerable ante su partida.

Me ayudó, se lo agradeceré siempre, tomó mi mano salvándome del infierno que era mi vida. Pero el costo de pagarle será caro, cuando llegue el mayor vendaval a mi vida, para darme una lección, comprendiendo que esta prueba, y las siguientes no las quiero pasar a su lado, sin embargo, tengo que hacerlo por lealtad, él me brindó su vida y dejo algunos sueños por mí, cuántas veces no me los ha recalcado, entonces sí estuvo el día que más lo necesite, ahora no puedo dejarlo, solo debo seguir caminando por el sendero que él me enseñó.

***

Miró a mi lado derecho, una sonrisa se esboza en mis labios, mientras el más grande y lindo suspiró sale de mi alma. Inmediatamente mi mano se posa en su mejilla y comienzo a acariciarlo, como iba a imaginar que en tan poco tiempo se volvería alguien tan especial e importante en mi vida. ¿Cómo fue que pasó? ¿Qué me hizo? Que ahora no me veo en otro sitio que no sean sus brazos. Una lágrima amarga se desliza sobre mi mejilla, porque es inútil pensar, creer que eso va a pasar. Solo mes y medio para que esta "aventura", que creé a su lado, termine.

Bien dicen que quien se enamora siempre termina fatal. Cómo tan fácil puedo decir que me enamoré, si creía ya estarlo para toda la eternidad, estaré condenada a vivir en una burbuja que ya no siento mía. Pero es inútil, no hay marcha atrás. Cerré mis ojos con fuerza y coloque un dulce beso en la comisura de sus labios. Para después colocar mi cabeza sobre su hombro e intentar relajarme, quizá poder dormir en este vuelo hacia Italia.

Si el Milan Fashion Week se celebra en dos días, fui seleccionada entre muchas modelos para participar en él. Cuando tuve la invitación en mis manos me sentí orgullosa, completamente dichosa, pero eso se desvaneció en un instante… Si no fuera por él no estaría en este avión.

Sí Fernando que con sutileza se acomoda en el asiento para atraerme a su pecho y acariciar mi cabello, mientras me da un beso en la frente. ¿Por qué no puede ser así mi vida siempre? ¿Por qué aquí no se detiene el maldito tiempo? ¿Por qué no acabo con mi infierno de una vez?

Flashback on.

Un domingo más que pasamos juntos, y la monotonía nos alcanzó, quizá siempre fue así, y hasta hoy me doy cuenta. ¿Qué fue lo que me hizo estar a su lado? Me lo cuestionó ahora cuando antes pasaba desapercibido, es lógico lo único que me hizo estar a su lado es el agradecimiento.

Después de salir de la precariedad y encontrarme en la peor situación de mi vida, solo él me tomó de la mano, caminó conmigo y no me soltó jamás. El timbre me sacó de mis pensamientos, volteé a verlo y me hizo una seña para que fuera a abrir. Suspiré de fastidio y me resigné. Fui a la puerta y tras de ella se encontraba el mayor de mis sueños. Una invitación para el Milan Fashion Week. Sonreí al tenerla en mis manos, Luigui me había dicho que mandó nuestro último comercial de Retromod, y estaba seguro que no me perdería el desfile de mi vida. Luigui que en este tiempo que he compartido con él se ha vuelto mi mejor amigo, después de Carolina.

"¿Quién era?" Preguntó Aldo desde el sofá, mientras cambiaba una y otra vez los canales de la televisión.

"Lo que he estado esperando toda mi vida." Sonreí. Él ni siquiera volteó a verme. "Nos vamos a Milán." Solté emocionada.

La Fea Más Bella: Yo te prefiero a tí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora