La Fea Más Bella: Yo te prefiero a tí.

Prólogo.

La realidad, mi existencia de lo que soy, lo palpable de mi mundo. De lo cual las últimas noches trato de huir. Buscando cambiarlo para poder tener todo lo que quiero, lo que anhelo y lo que más deseo. Pero eso solo me rebasa, lo único que puedo hacer es una virtualidad de mis sueños y sentimientos.

Sueños que se terminaron cuando lo conocí, aquello que creía del amor, del compromiso, de la lealtad se desvanecieron, dejando solamente un infierno, dónde la pasión es desbordante en deseó, dónde la locura es aventura por la excitación de sentirlo cerca.

Dar más no puedo, yo no era así, no soy está y es con lo que diario vivo. Él viene me busca, es atento y vive para mí. Tiene un amor inmenso que pareciera que solo con eso es suficiente. Pero yo estoy cansada de fingir siento compasión por su dulzura, sonrió y parece que me ama todavía más.

Esto no es suficiente, me traiciono y juego con mi mente pensando que todo seguirá como antes pero es inútil. No puedo amarlo como te amo a tí. Pero el compromiso con él es aún mayor, no merece que lo lastime después de todo lo que me ha dado. Estoy segura que sabe el motivo de mi cambio, es inevitable no verlo, es más juraría que es lo que busco que se entere de todo para terminar con esto de una vez por todas, sin embargo; me abraza, me susurra amor y sigue a mi lado.

En cambio tú a quién necesito para vivir, huyes del amor, del compromiso, solo juegas, tratando de no perder esta batalla, jurando ganar en cuerpo, en deseo fingiendo en el alma, dañino, venenoso, insaciable, prohibido, secreto, oculto y fugitivo.

Insistiendo a seguir con esta pasión, aceptándome con él, pero queriéndome siempre. Sin poder dejarme, jurandome que soy tu vida.

Tengo el corazón destrozado y en mi mano una moneda que al lanzarla al aire imploro que salga tu cara para rogarle,  suplicarle y exigirle que me hagas tuya como cada noche, que me lleves a ese maldito mundo infernal, donde prefiero estar mil veces, antes que en mi triste realidad.