La Fea Más Bella: Yo te prefiero a tí.

Epílogo: Yo te prefiero a ti.

El preferir es simplemente querer o gustar más de algo o alguien, ya que resulta para tu vida la necesidad de un amor determinado. Es a veces una elección tan difícil y complicada que te hace crear nuevos esquemas y romper barreras para amar porque preferir con amor y por amor es lo más importante. La ironía de mi vida resultó ser tan contradictoria siempre creía las cosas por lo que decían no me ponía a ver con el alma y el corazón siempre actuaba por la superficialidad, pero lo conocí y ahí entendí lo que era la realidad de quererlo a él y siempre estar para él. Porque sin duda se lo merece.

Comprendí que en nuestro amor ambos nos lastimamos, porque también de eso se trata el amor, hasta la rosa más bella puede herir con sus espinas y seguirá teniendo esa esencia, nos amamos a pesar de las circunstancias y las adversidades, nos dimos cuenta que juntos podíamos lograrlo y perdonarnos todo, agradezco que me busco una y otra vez porque la vida es así cuando llega esa persona que te besa, cambia tu mundo y te tiene por siempre a su lado porque así lo desea tanto como tú. Y entonces por sobre todas las cosas amas estar a su lado no importando el momento y el lugar porque al fin de cuentas sabes que no es por unas horas, si no para siempre… Estás segura que nunca más se va a desaparecer y te querrá con toda su alma porque te reconoció con tan solo verte. Entonces todos los días te atreves a mirarlo y decirle cuanto lo prefieres y como amas tenerlo junto a tí.

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Una vez más el evento fue todo un éxito, el comercial para Bella Life de shampoo corporal fue espectacular, pero lo que más satisfacción me daba fue la pasarela que se hizo para recaudar fondos y así seguir ayudando dentro de la fundación. Fernando y yo hacíamos el equipo perfecto, éramos nuestro mejor complemento de eso no tenía la menor de las dudas.

Estaba en uno de los camerinos cuando su imagen vino a mi mente de aquella primera vez que me besó en uno como este. Había sido una locura, sonreí porque de eso se trataba nuestro amor de las locuras más grandes pero más satisfactorias.

"Mami." Su suave vocecita me hizo saltar del gusto. Volteé a verla y sonreí. Se tallaba los ojitos con fuerza y su bostezo me decía que estaba a punto del sueño profundo. "Ya nos vamos." Extendió sus brazos y la cargué.

"No mi niña todavía no." Bese su frente mientras me sentaba en el sillón para acomodarla en mi regazo y verla dormir. "Pero descansa mi amor." Sonreí, mientras acariciaba su mejilla y empezaba a cantar una dulce canción con la que sabía se quedaría dormida. La miré, y es hermosa, Paulette había llegado a nuestra vida para completarla, a su lado no nos hacía falta nada, fue esa luz que alumbró nuestro camino y le dio una estrella más a nuestro universo. Para ser honesta ella era una constelación, un planeta completo que nos hacía brillar. Mi niña hermosa lo era todo para nosotros, vivíamos por y para ella, teníamos lo que siempre deseábamos y sabía que lo que venía para nosotros solo era más y más felicidad. No sé cuánto tiempo estuve viéndola dormir hasta que la puerta se abrió.

"Gracias." Le dije cuando tomó a Pau entre sus brazos, solo guiñó su ojo para mí y sonrió, mientras que con una sonrisa en mis labios, vi como salían del camerino.

Tiempo después salí en busca de lo que más amaba, el evento ya casi estaba por terminar, en cierto modo fue lo que estuve esperando toda la noche. Me encantaba mi labor pero necesitaba estar con él. Solamente para él. Recorrí con la vista el salón y quedaban pocos empresarios pero él no estaba. Sonreí porque sabía dónde lo iba a encontrar. Fui al jardín y el viento me trajo su perfume, no me había equivocado si algo adoraba mi Fernando después de un día de trabajo, era respirar aire fresco. Intenté acercarme sin que se diera cuenta, pero fue imposible, nuestra conexión era única, así que antes de llegar a él volteó y sonrió, se acercó a mí y me abrazó.