Buenos Tiempos ¿No lo crees Azteca? 01

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///Pov España///

Después de varias semanas navegando por el vasto, oscuro y misterioso mar, por fin llegamos a las nuevas tierras que tanto anhelaba ver con mis propios ojos y no imaginásmelos por los reportes.

En mi viaje fui acompañado (por no decir obligado a ser acompañado) por soldados de la corona, los mas capacitados para protegerme y al renombrado general Hernán Cortez y sus camaradas, sinceramente me cae un poco mal Cortez porque mientras navegábamos hacia trampa en los juegos de azares y nadie lo notaba a excepción mi que yo en lo personal no me gustan pero se como se juegan; e incluso antes de que zarpáramos y emprendiéramos nuestro largo viaje al nuevo mundo, el se reunió con los reyes y mi padre Imperio Español sobre algo que no pude alcanzar a escuchar bien porque varias personas de la Corte Real se estaban acercando y aun no se me permitía estar con ellos porque aun era joven.

¡JA! Joven mis polainas, yo soy mas listo que ustedes montón de gorilas con ropa pomposa.

En fin... llegamos a tierra firme y lo que primero que vimos fue la abundante vegetación que poseía las tierras vírgenes.

Yo y unos 5 hombres (los que si fueron invitados de parte mía) nos adentramos a la selva admirando todo nuestro alrededor mientras que los demás aseguraban el barco.

Era simplemente hermoso, se podía apreciar la agraciada vida y color que habitaban, mucho mas que mi hogar que en muchas partes solo la cosa natural que se lograba apreciar eran las pinturas de los renacentistas (que por cierto están ganando popularidad cada vez mas y me alegro mucho por eso porque así tendré con quien hablar sobre ciencia y no sobre religión como mi padre y mis acompañantes).

Todo era perfecto... hasta que de la nada apareció lo que parecía un leopardo desde el cielo, al ver mis acompañantes estos huyeron porque ellos no eran soldados sino científicos renacentistas y artistas, solo los invite para que me guiarán sus conocimientos, tal vez debí considerar que esto pudiera suceder.

Maldita sea, vine aquí a despejarme de los retrogrados caprichos de mi padre de casarme con una dama o princesa de otro reino para beneficiarnos de ello y ahora saldré devorado por una bestia. Bueno... Fue bueno mientras duro.

Escuche el rugido del estruendoso animal y ver que ya estaba cerca de mi cerré fuerte mis ojos esperando los rasguños y dientes entre mi piel, pero lo único que escuche era que en mi lado derecho el crujido de unas plantas y el grito de una voz masculina, ¡MUY, PERO MUY! masculina.

Abrí rápido los ojos y vi que un "indio'' (como se les solía referirse a los habitantes de este lugar por el pendejete que se había equivocado de dirección y dudo que haya aprendido algo de navegación) estaba sobre la bestia y le estaba enfrentando con sus propias manos.

El ''indio'' tenia una apariencia peculiar y diferente a los que enviaban al reino como tributo a la corona española: 
Era alto como (creo que mas que mi padre), su piel era oscura pero no tanto como la de un africano, su cabello era lacio igual a los orientales al igual que le llegaba hasta la cintura y era amarrada por una coleta simple, tenia una complexión que marcada donde los músculos encajan perfectamente y demostraba perfección del cuerpo humano, pero lo mas impactante de ese era ¡¡¡QUE EL SINVERGÜENZA SOLO TENIA UN TAPARRABO COMO PRENDA DE VESTIR Y POR SUPUESTO NO LO CUBRIA DE TODO Y SE LE VEÍA UN POCO EL PAJARITO!!!

Estaban tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que desde hace ya un rato los rugidos de la bestia habían silenciado y el indio me tenia en su mira, ya en mis cinco sentidos mas aclarados vi como el indio se levanto de su lugar (porque estaba sentando revisando sus heridas, creo :v ) y con mucho descaro se acerca a mi, tenia mucho miedo.

🌻•~🇲🇽REINICIÓ🇲🇽 ~•🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora