6: Fuiste y corriste, y yo te dispare

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-Armin Runako

Así que búlgaro vecinita, cada día me sorprende más este vecindario. Antes había franceses, chinos y demás, pero nunca búlgaros, aunque tiene más pinta de bolsa de papa, pero bueno, si ella dice, yo no le creo, digo... le creo.

— ¿Amor, quien era? —preguntó la fastidiosa de Melina, mi novia hace más de un año. Sabe que la engaño cada vez que tengo la oportunidad, pero tiene que mantener su puesto de chica "popular" según dice ella.

—Imir, quin iri—cantaban a unísono con burla los mellizos.

—Solo la vecina—conteste a la pregunta original—. Vamos arriba— solté de la nada.

—Si, amor—respondió la rubia con labios gruesos a mi lado.

Al llegar a mi cuarto, cerré la puerta con traba, porque conozco a Charles y se lo estúpido que es.

Pero al instante en que termine de pensar eso, una sola patada por parte de Marco, y ambos estaban dentro.

—Antes de que hagan algo—soltó Charles.

—Melina, necesitamos hablar con nuestro hermano... a solas, por favor— con una sola mirada de Marco ella se esfumo por la puerta.

—Como los voy a matar— dije una vez que la rubia se fue

—Cállate y vístete decente, el jefe nos necesita— concluyo Marco yéndose junto a Charles que se reía en voz baja.

Marco es de los tres mayores el más frio, odioso, respetuoso y misterioso. Pero gracias a él tenemos el culo cubierto por ropa y no por sangre. Así que, mis respetos.

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— ¿El bosque? ¿De nuevo? — soltó la castaña a mi lado con el mismo apellido que yo.

Tiene razón, siempre nos manda al bosque, con el mismo propósito, sacar gente de la manada.

Les resumo, somos como los dioses de la muerte. Una de las pocas familias que matan por gusto y no por odio, solo que nos encargamos principalmente de estúpidos que hacen mal la labor que el jefe encarga. Hace más de tres años, los mellizos y yo nos metimos en una pelea, en la cual corrió sangre y cayeron cuerpos, lamentablemente uno de los cuerpos era del hijo de un tipo importante, después de que Marco hablara y haga unas cosas para el jefe, nos permitió seguir, solo que debíamos trabajar para él por cuatro años. Menuda mierda.

—Cállense y hagan su trabajo— soltó el tercero de los hermanos.

— ¿Exactamente que hay que hacer, aparte de matar? — lo debía preguntar, disculpen.

—Vamos, matamos a dos estúpidos y volvemos, es simple— contesto Charles.

—En un resumen más detallado, matamos a dos hermanos que estuvieron haciendo estupideces y vamos a casa. Yo a mirar mi novela y vos a follarte a tu novia, simple— contestó la hermosura y racional parte del grupo.

Parece callada y tranquila pero dale un arma y veras como se le pasa la tranquilidad. Es una belleza a la vista de los demás.

Luego de repasar el plan unas dos veces más, nos pusimos en posiciones.

Según el jefe, estos estúpidos mataron a más de diez personas el mes pasado y se mudaron a nuestro pueblo huyendo de los cadáveres que dejaron atrás.

Esos sí que están más locos que yo. El tema es que en el informe dice que uno de ellos mato solo dos, el otro se encargó de todos los demás.

Si no se tratara de hombres te follarias al que mato a los ocho ¿No, Armin?

Para que decirte que no, si es verdad.

—Ahí están, preparen las armas— dijo por el auricular Marco, porque esto de estar a los gritos no es lo nuestro.

Y si, ahí estaban, los dos estúpidos, para... ¿Eso es?

—Es una mujer y un hombre, no me jodan— me leyó la mente Luca.

—Disculpen pero yo mujeres no mato— soltó la estúpida de mi hermana, tiene razón, pero si no lo hacemos, chau familia Runako.

Un tiro... dos tiros... tres tiros... y nada, seguían ahí parados, debo admitir que la mujer era la más tranquila. Pero al ver a Marco acercarse se echó a correr, típico.

—Mierda, corre rapidísimo, busquen al otro, yo me encargo de esta— comentó Marco exaltado y agitado por la adrenalina de la corrida.

Mientras ellos jugaban a los gatos y ratones, yo estaba echándome un buen cigarro arriba de un árbol.

Conozco a este tipo de gente, corren cerca de los árboles para esconderse, pensando que el de atrás suyo es el peor, pero el verdadero hijo de puta está asechando desde lo más alto, esperando la hora en que caiga y pueda atacar.

—De tin marín de don pingue, fuiste y corriste, y yo te dispare— cante mientras le disparaba en la pantorrilla al desgraciado número uno.

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Y con ustedes el segundo de los hermanos Runako ... Armin. Debo admitir que me cae mal, pero bueno, que le vamos hacer.

Espero que les haya gustado este mini capitulo desde el punto de vista de uno de la familia vecina.

¿Quién será esa mujer que menciono Marco? Si se, pero no les voy decir.

Si les gusto este capítulo no olviden de votar y comentar en sus partes favoritas.

Sin más preámbulos, chaito <3

-𝓜.𝓖.𝓣

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