13: Al igual que cada uno de ustedes

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-Lara Runako

¿Podemos hablar de las grandes ganas de matar a mi familia que estoy controlando en estos instantes? Es que si, son increíblemente grandes.

Mi padre está tratando de vengar la paliza que obtuvimos. Mi madre tratando de ocultar el odio que le tiene a la vecina que tanto decía amar. Marco descargándose con los dardos y mis otros 3 hermanos creo que se están queriendo matar por haber sido tan estúpidos, pero bueno, aquí estamos.

Junte mis papeles de la investigación de dónde anda mi amor prohibido, alias Grecia, y me dirigí a las escaleras cruzando por todos los cadáveres que hay en el puto living, mi hermano mayor y su forma de calmarse, que bonito.

—Veo que estuvo linda la charla con la psicóloga, hermanito— digo sin mirarlo a los ojos, observando detalladamente cada uno de los cuerpos en el suelo.

— ¿Por qué no te callas y ayudas mejor, hermanita? — contestó mientras arrastra uno de los cuerpos del pie.

—Porque no quiero, gracias por tenerme en cuenta.

—Vete a la mierda Lara.

— ¿Dónde crees que estoy, Charles? ¿En el cielo? — espeto dando finalizada la pelea.

Un portazo y ya estoy en mi cuarto, mi lugar de paz y tranquilidad. El cual está hecho un desastre por culpa de esta semana tan estúpida de Sherlock Holmes que tuve. Cansa andar detrás de una chica con varios problemas mentales y una imaginación que te da vuelta la cabeza. Pero me sigue agradando, sé que detrás de toda esa locura esta la pequeña Grecia que conocí aquel día en su casa.

— ¿Puedes bajar a cenar de una puta vez Lara? —suelta Armin desde la cocina, es uno de los menos pacientes en esta casa, la verdad.

—Cállate, tarado. Dile bien y bajara— escucho que le reprocha Luca—Lara, amor de mi vida, baja porfa—

—Ya voy— contesto dejando todos y cada uno de los papeles en la cama, obviamente desparramados.

****

Termine de cenar y subí nuevamente a mi habitación a terminar la investigación de como pasar cada medida de seguridad de ese psiquiátrico. La verdad es que nunca estuve en uno, pero tengo un pariente que se encuentra internado hace varios años, que quizá no le agrade mi llamado, pero bueno, que se joda por loco.

Luego de hallar el número confidencial que le dimos en la última visita, lo llamo. Después de casi diez tonos, atiende.

— ¿Qué quieres? — suelta ni bien descuelga el teléfono.

—Hola, querida Lara ¿Cómo estas prima de mi alma? Bien bien, gracia...

— ¿Que mierda quieres, Lara?

—Ash que carácter... Cuestión, quiero saber cómo estabas y si te trata...

—Ve al grano, nunca en tu vida te preocupaste por mí así que algo quieres.

—Quiero saber si ahí se encuentra alguna Grecia por allí.

—Sí, hay una nueva llamada algo así, pero ni idea porque está aquí ¿Qué pasa con ella?

—Eso no te importa a ti —y corto, como tan amorosa prima que soy.

¿Mi primo? Es un puto psicópata con doble personalidad, bipolaridad y belleza extrema. El paquete completo para cualquier ingenua que no lo conozca. Sabe disimular muy bien todos y cada de uno de sus trastornos mentales.

Gracias a que lo encontraron llorando y gritando luego a ver matado a su madre lo llevaron al psiquiátrico y toda la bola. Está ahí desde los trece si mal no recuerdo, ósea que debe llevar ahí unos... paren que me falla matemática y el cerebro, ahí lo tengo, unos seis años aproximadamente.

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