Capítulo 24

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Pov Arizona

Mientras Callie me veía por el espejo retrovisor del carro, trataba de no verla, y de igual manera trataba de contener mis lágrimas, sentía rabia, impotencia al ver lo qué había visto.
Me siento mal, con un nudo en mi garganta, sinceramente quiero llorar ahora mismo, pero no puedo hacerlo, parpadeo muchas veces para qué a mis lágrimas no se les ocurran salir.
Cuándo ví a Callie de reojo, ví su mirada triste, tratando de qué la viera y su mirada era de arrepentimiento y disculpa.

Pero,¿Por qué su mirada es así? Bueno, tal vez ella fue la qué la beso.

-Arizona, afuera esos pensamientos, no volveremos a lo mismo, no otra vez- repetía una y otra vez en mi mente

No sacaré conclusiones de las cosas, pero tampoco es qué ahora me apetezca hablar con ella, creo qué no lo haré, no lo veo conveniente por qué tal vez de mi boca salgan cosas las cuáles no quiera qué ella escuché.
Suelo ser muy impulsiva al momento de hablar o discutir con alguien y digo cosas sin pensar.

-di solo lo que tú corazón y tu sinceridad tenga qué decir -

Recordé las palabras de Tim, probablemente tenga razón, decir las cosas qué salgan de mi corazón y no palabras qué diga sin pensar.
También si no hablo con ella me espera la regañada de Amelia, aunque si hablo con ella tal vez logré entender la situación.

Iba tan metida en mis pensamientos qué cuándo levanté mi cabeza ya estábamos frente a la casa.
Fui la última en bajar, y trataré de poner mi mejor sonrisa para mi madre y no se de cuenta de qué algo me pasa.

-Buenas tardes, al fin llegaron- dijo mi madre poniendo la jarra de naranja en la mesa

-Buenas tardes- todos respondimos al unisono cosa qué hizo qué rieramos

-¿Te pasa algo?- preguntó acercándose a mi, susurrando la pregunta y el instinto de madre no le falla, y ahora estoy pensando qué mentira decir

-No tengo nada mamá, estoy algo cansada, y estoy pensando en un proyecto- ¡Qué mentira!, ahora puedo decir, no odio las mentiras, me eh vuelto adicta a ellas

-¿Podemos comer?- dijo Tim y todos volteamos a verlo con mirada de reprendimiento

-Yo solo decía, qué tal vez, pero si no quieren está bien- volvió a hablar Tim con la voz nerviosa

Carlos es muy serio pero explotó a reír por la cara de Tim, su risa era tan contagiosa qué empezamos a reír todos.
Callie se veía algo apagada, trataba de mostrar una sonrisa y me daba cuenta de eso, a pesar del poco tiempo qué llevo de conocerla, conozco todas sus facciones y en este momento ella trata de fingir una sonrisa.

Pasamos a sentarnos y empezamos a comer, mi madre me preguntó del dichoso proyecto qué no existe, y me inventé qué tenía qué hacer una presentación demasiado extendida, Callie no quita su mirada de mi y las ganas de llorar vuelven a apoderarse de mí pero me contengo.

-Lavare los trastes yo- dijo Callie entrando a la cocina con todos los trastes

-Muchas gracias cal- levanto la voz mi madre para ser escuchada

-Vamos a salir, ¿Quieren ir o necesitan algo?- preguntó Carlos de manera amable

-No, gracias- dije

-Yo si, ¿Me podrían llevar a casa de un amigo para hacer un trabajo?-

-Claro qué si Tim, te esperamos en el carro- Carlos abrió la puerta dándole el paso a mi madre y de ahí salió el

Tim subió corriendo las escaleras, y volvió a bajar con su mochila junto a su computadora y se acercó a mi.

-Vi lo qué pasó fuera de la escuela- me dijo y fruncí el seño

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