Capítulo 29

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Pov Arizona

Empezé un camino de besos por el cuello de Callie, ella cerraba sus ojos y mordía su labio tratando de no soltar esos pequeños jadeos qué quería sacar, su mano izquierda estaba en mi cabeza para estar más pegada a su cuello y siguiera chupándolo, mientras qué su mano derecha la pasaba por mi espalda de arriba hacia abajo tan delicadamente qué hacía qué mi piel se erizará ante su toqué.
Las dos seguíamos con nuestras prendas intactas, traté de sacarle el top pero sus manos detuvieron las mías, rodeó mi cuerpo con sus brazos y juntó nuestros labios en un beso tranquilo qué subió poco a poco de tono, no se en qué momento pero Callie ahora me estaba recostando delicadamente sobre la cama.

-¿Puedo?- preguntó para qué yo le diera mi aprobación de quitar mi vestido

Solo asentí con un movimiento de cabeza, no quería hablar, quería seguir haciendo todo esto qué estamos haciendo.

Tanta delicadeza, sus toques tan suaves en mi piel, sus besos en mi cuello mientras pasaba su lengua en el, sus manos bajando poco a poco mi vestido sin ninguna prisa nuestra, su boca seguía en mi cuello haciendo qué yo lo hiciera hacia atrás para qué ella tuviera más acceso a el.
Es mi primera vez experimentando esto en general, pero está siendo de la mejor manera y mejor de lo qué me imaginé.

-Mmm me encanta el rojo- dijo sobre mi cuello soltando una risa, pues mi ropa interior era toda roja

-Solo no dejes marcas ahi- dije al ver qué seguía besando mi cuello

-¿Quién dijo qué las dejaré en tu cuello y no en otra parte?- preguntó

Reímos juntas, pero al darme cuenta qué ella tenía todavía su ropa puesta, actúe.
Mis manos se fueron a su falda dónde baje el cierre y desabroché el botón, lo baje con un poco de dificultad ya qué estaba debajo de ella, aunque con su ayuda lo logré, su ropa interior es negra y de encaje, su top de tirantes, ese top dónde se le ven unos pechos hermosos, subí mi manos hacia los tirante y los baje delicadamente por sus hombros, al sentir mi toque ahí cerró sus ojos y volvió a morder su labio.
Se sentó en mis caderas no apoyando tanto peso y levantó sus brazos para sacar completamente el top y ahora sí las dos estamos en ropa interior.
Con habilidad qué no sabía qué tenía le di vuelta y ella quedo nuevamente debajo de mi.
Arqueó su espalda cuándo pase mi lengua por su cuello, estaba a punto de succionar de lado derecho pero recordé qué no podía dejarle marcas en partes visibles, así qué seguí besándolo y pasando mi legua por ahí, aproveché su levantamiento de espalda para poner mi mano detrás para llegar al broche de su brasier, fue difícil desabrocharlo pero entre risas picaronas logré hacerlo y sinceramente quedé en shock, esta mujer es demasiado perfecta en todos los sentidos y una vez más he vuelto a comprobarlo, creo qué admire demasiado sus pechos qué estaban al descubierto pero reaccioné cuándo ella tomó una almohada y se tapo queriendose levantar.

-¿Qué pasa?- pregunté confundida

-Esta bien, yo entiendo qué no te guste mi cuerpo, total, no es tan hermoso cómo el de otras chicas y...- interrumpí

-Cállate, cállate, cállate- dije exaltada y ella me miró con los ojos muy abiertos

-En ningún momento dije qué no me gusta, es más no me gusta si- su cara fue de tristeza y la bajo

-Me encanta Calliope, me encanta tu cuerpo, y el físico para mí no es lo importante, si no lo qué tú eres, pero déjame decirte qué tú cuerpo es tan hermoso qué por eso no dejaba de verlo, por qué si con ropa me sorprendes todos los días de lo hermosa qué te ves, sin ella me sorprendes más, por qué es divino- sonrio con lágrimas en sus ojos y ahí me di cuenta qué ella es insegura de su cuerpo cuándo no tiene por qué.

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