𝙈𝙮 𝙗𝙖𝙙 𝙗𝙤𝙮───'ˎ˗ ||Baji y tú||

capitulo 17

—¿Ah? ¿Cómo, como...? —preguntó el rubio con una sonrisa sin entender.

El ambiente quedó en silencio, la chica había gritado con todas sus fuerzas y aún así el chico no escuchó.

—Uh... ¿No escuchaste? —preguntó—. Quiero... Ser parte de Tōman. —mencionó ahora, insegura.

—¡¿EEEEHH?! —exclamó Mikey llamando la atención del resto—. ¡¿Así que eso querías?!

—¡Oye, no lo digas tan fuerte! —mencionó ___—. Uh, bueno... Solo era una propuesta... Supongo. —dijo al sentir la mirada de Mikey.

—¡OYE, ___-CHAN, ERES MUY TIERNA! —exclamó nuevamente Mikey—. Pero... Es muy riesgoso, ya sabes... Si algo te pasara, Baji no dudaría en matarme. Aunque...

«si puedes hacer algo por Tōman» dijo Mikey dejando un ambiente serio de paso.

(. . .)

—No sé si tengo hambre o sueño. —mencionó la chica entre bostezos mientras se recostaba en la cama.

—¿Ahora me explicarás, qué hacías en la reunión? —preguntó Baji recostandose a su lado.

—Ella negó con la cabeza—. No lo diré. Es un secreto. —dijo soltando una pequeña risita.

—¿Ahora me quieres dejar por los gemelos? —aquel frunció el ceño.

—¡Claro que no, siempre dices esas cosas! —exclamó la chica.

—Hoy... Expulsaron a Kisaki, y volví a unirme a Tōman. —Baji soltó un suspiro—. Oye... Gracias. —musitó.

—¿Gracias? ¿Por qué? —preguntó sin entender la situación.

—Por... Bueno, ya sabes. Salvaste mi vida. —dijo el pelinegro abrazando a la contraria—. Siento si a veces no puedo demostrarte lo mucho que te amo.

—¡Eh! Me demuestras lo suficiente, Baji. —habló ___ con una sonrisa—. Yo... Bueno, lo hice porque me es difícil imaginar estar lejos de ti.

El de cabellos oscuros se quedó estático por lo que acabó de decir su novia, sentía como miles de emociones traspasaron su cuerpo. Baji definitivamente se enamoró de ___.

—Eh, uh... Bien. —Baji sintió como la primera vez que se topó con ___.

—¡Oye! ¿Que fue ese tono? —preguntó ___ refiriéndose a los murmullos del contrario con el rostro totalmente enrojecido.

—No lo sé. —musitó—. Siento como si fuese la primera vez que te vi.

(. . .)

—Oye, oye, oye... —musitó la de cabello (c), quien se despertó—. Tengo hambre.

—Oh, que mal... —murmuró Baji en un profundo sueño.

—¡Oye, Baji! —la chica subió al regazo del contrario para despertarlo—. ¡Acompáñame a la cocina, tengo hambre!

—Ve tú sola. —murmuró frunciendo el ceño.