𝙈𝙮 𝙗𝙖𝙙 𝙗𝙤𝙮───'ˎ˗ ||Baji y tú||

Capitulo 8

Los dos se encontraban en la habitación de ___. Ella observaba como Baji pensaba que decir, era la segunda vez que estaban en su habitación, pues Baji nunca había estado en la habitación de una chica, por lo cual lo sorprendió un poco.

—Llevas años observando mi habitación. —rió ___—. ¿Que tiene de especial?

—Las habitaciones de las chicas... Son muy raras. —hizo una mueca de disgusto—. ¿Por que todo huele a perfume o a flores? —observó como su novia se encogió de hombros.

—No lo sé. —negó con la cabeza—. Tampoco es como si fuera muy importante ese detalle. ¿No?

—Tu habitación es horrible. —soltó con burla.

—¡¿Ah?! —se quejó ___ para luego golpear con suavidad su hombro—. Seguro que tú habitaciones está peor.

—Seguro que no. —dijo Baji mientras abrazaba por detrás a la contraria—. ¿Qué hacemos ahora?

—Uhm... —llevó una mano hacia su mentón para pensar—. No lo sé... Podriamos-

Baji la interrumpió a medida que sus labios rozaron para terminar en un beso, él sujetaba su cintura subiendo hacia su cabello. ___ no lo vió venir, se tensó un poco viendo aquel acto tan rápido, así que le siguió el paso al beso.

Aquel beso iba bien, Baji realmente no tenía intensiones más allá de, pero simplemente se le hacía imposible resistirse a los tiernos besos de ___.

Ella, gustosa, comenzó a corresponder el beso, hasta que Baji se separó de ella para ver algo que le llamó más la atención.

—¿Ah? —___ había perdido de vista a Baji, quien ya estaba con Michu en sus brazos.

—Lo siento, mi debilidad son los gatos. —sonrió fugaz mientras acariciaba al felino.

—Tsk, lo había olvidado. —___ infló sus mejillas y se sentó al borde de la cama observando como Baji sacaba su lado tierno con Michu, haciendo un tono de voz más agudo y tratándolo como un bebé.

—¿Acaso estás celosa de tu propio gato? —Baji repitió la acción y se sentó junto a ella mientras acariciaba a Michu.

—Eso es estupido. —rodó los ojos fingiendo celos—. Es obvio que me preferirías a mi. —esperó una respuesta por parte del pelinegro pero no hubo alguna.

—Hum... Déjame pensar... —musitó observando al gato y luego a su novia—. Si lo digo podrías estallar en ira.

—¡¿Es... Es en serio?! —bufó a la par que desvió su mirada.

—Eres irreconocible cuando te enfadas. ¿Por que estarías celosa de un gato? Que pasa por tu mente, eh. —mencionó el pelinegro entre tiernos besos en el cuello de la fémina.

Baji sabía que esa acción le causaba nervios y cosquillas a su novia, pero no se detuvo en ningún momento.

—Te amo. —soltó Baji sin detenerse, solía ser bastante cariñoso con ella cuando nadie lo veía—. Me gustas demasiado.