capitulo 15 Persistente

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—Ponte cómoda voy a calentar y servir.

—¿No quieres que te ayude?

—¿Qué dices? Eres mi invitada, yo hare todo.

—¡Al menos me dejaras fregar los platos!

—Yo tengo quien se encargue de eso.

—¿Y qué hare?

—Siéntate en el sofá esto estará en un minuto.

Cuando se sentaron a cenar todo tenía buena pinta, había preparado lasaña, rebanadas de pan, una ensalada que se le hizo agua la boca. Y por supuesto no podía faltar un exquisito vino. No es que ella supiera mucho de vinos, pero por la calidad de vida que llevaba Erick era lógico que tomara de lo mejor.  

—¿Todo esto lo preparaste tú?

—Si, aparte de ser bueno en mi trabajo soy un excelente chef. Vamos comamos. La animo a probar la lasaña.

—Hmm… Esta muy buena, que rico.

Probó la ensalada y no pudo ocultar lo maravillada que estaba.

—¡Cocinas muy bien!

—Gracias. Le dijo con una sonrisa demasiado seductora. –También hay postre, pero ese merito si no es mío. 

—¿Quién lo preparo?

—La señora que mantiene mi casa en orden, le pregunte si lo podía hacer y lo hizo con gusto.

—Oh ¿Eso es chocolate? El se quedo sorprendido por su reacción.

—Te gusta el chocolate no, que interesante.

—¡Si lo adoro!

Cenaron y tomaron el postre.

—Estoy que no puedo más. Dijo recostándose en el sofá. –Gracias todo estuvo estupendo.

—Gracias  a ti por aceptarme la cena. Son casi las cuatro de la mañana más bien parece un desayuno. Rio a carcajadas.

—Tienes razón ¿no deberíamos acostarnos ya?

—Te mostrare donde dormirás.

Los nervios no estaban colaborando con ella…

Entraron en una habitación con una cama enorme y bien hecha con sabanas color crema todo estaba muy limpio y ordenado.

—Aquí puedes descansar tranquila, ya que mañana no vas a trabajar puedes dormir hasta tarde, lo más probable es que yo haga lo mismo.

—Bueno gracias lo hare.

—Por cierto el doctor Randal me informo que la otra semana te pueden hacer la inseminación si estas disponibles.

—Claro mientras más rápido mejor.

—Amelia… He pensado mucho esto, no sé si me sienta bien robando tu bueno tu sabes.

—No robaras nada, deja de preocuparte por eso. Se dio la vuelta para sentir la suavidad de la sabana.

—No sé si esto sea lo correcto para ti.

—Deja de pensar que es lo correcto o no. Se giro y lo miro a la cara. –Estoy segura con esto.

—Entiendo, solo quiero que sepas lo que pienso.

_¿Te estás arrepintiendo?. Espero que no, porque de verdad necesito el dinero estoy hasta el cuello y no sé cuanto más podre sostenerme.

El se acerco y la tomo de la cintura besándola en los labios.

—De lo único que me estoy arrepintiendo es de no ser yo mismo quien ponga  mi semilla en ti, de la manera tradicional ¿Estarías dispuesta aceptarlo Amelia?

¡Alquile mi Vientre!© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora