Se armo de valor, y se dijo que no pasaba nada. Todo iba a salir muy bien.
—Hola buenas tardes, disculpa lo tarde. Me fue algo complicado en el trabajo para salir a tiempo. El se levanto observándola por unos momentos.
Estaba sencillamente hermosa esa tarde, ella obedeció y se sentó frente de el. Su mirada claramente expresaba disculpas por la tardanza, pero como no disculparla estaría loco si se enojaba con ella por esa tontería.
—¿Entonces como has estado? ¿Cómo te has sentido? Ella parpadeo rápidamente por sus preguntas, al parecer no estaba en absoluto enojado.
—¡Muy bien gracias!
—Me alegra saberlo, veras Amelia mis abogados dejaron los documentos redactados aquí en mi oficina para que tú los puedas leer, y me digas si te parece bien o no.
Ella tomo la serie de hojas entre manos nerviosas, evitando cualquier contacto con las enormes manos de Erick. Se concentro en leer detenidamente, tratando de disimular su sorpresa al ver la cantidad de dinero que iba a ser su paga.
Pensó que con eso podría salir de toda deudas existente y se permitiría el lujo de poder vivir plenamente feliz. Luego leyó un poco más y repentinamente frunció el seño al leer que Erick exigía como condición que ella permaneciera los nueve meses de embarazo en un apartamento pagado por el mismo.
—Disculpe pero, no habíamos acordado que yo viviría en mi casa durante el embarazo, que solo estaría donde usted quisiera solo cuando me faltaran unas dos semanas.
—No tengo nada contra su casa Amelia, pero pienso que podría estar más cómoda en un apartamento un poco más grande.
—Bueno hasta donde sé, el bebe no estará en mi casa, sino en mi vientre. ¡Hay mucha diferencia!
—Entonces con eso me está diciendo, ¿que no acepta esta condición? Era muy tentador pensó Amelia.
—Prefiero mi casa si no le importa. Entonces esa mujer no era ninguna interesada, cualquier otra mujer hubiera aceptado sin chistar.
—Muy bien eliminaremos esa parte, ¿Y el resto que le parece?
—¡Todo está bien! Lo firmare cuando haya resuelto el asunto de la condición.
—Bien entonces mandare a redactar uno nuevo.
—¡Perfecto! ¿Hemos terminado?
Estaba tan nerviosa que deseaba salir corriendo.
—La verdad es que me gustaría invitarte a cenar esta noche, claro para conversar sobre esto de la inseminación. ¡Si te apetece! Le dijo restándole importancia.
—¿Esta noche? Yo trabajo hasta muy tarde hoy.
—¿Qué día tienes libre?
—Los miércoles no trabajo de noche.
—Perfecto, entonces mañana te recojo a eso de las siete.
—¡Está bien!
Se levanto para poder concluir aquella reunión que por muy poco lograría ponerla colorada. Sus piernas parecían gelatina, no entendía porque la ponía tan nerviosa. De pronto como si nada, el teléfono de la oficina de Erick sonó.
Del otro lado de la línea hablaba la señora Flores.
—Erick tu amigo esta aquí. ¿Lo dejo pasar?
—¡Si Yeni hazlo pasar por favor! Ya termine con la señorita Trevol.
—¡Bueno entonces me voy, hasta el miércoles!
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¡Alquile mi Vientre!© [Completa]
RomansaEn ocaciones la vida pone pruebas difíciles, como dice el dicho las situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas y más cuando necesitas salir de un gran embrollo. La decisión más dura que tomaría la pobre Amelia Trevol ante el gran probl...