ya no se

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El doctor la revisa y dice que tien un cuadro de anemia y que hay que tratarla antes de que pueda ser peligroso.

Unos minutos más tarde despierta y le pregunta sobre su alimentación y ella le dice que desde hace un mes no puede comer bien y tampoco dormir, que se le va el apetito y que le duele mucho la cabeza.

- Pero como es posible que no me hayas dicho nada de esto - la interrupo y el doctor solo me mira- solo quiero que entiendas que me preocupo por ti.

- Lo siento pero no pensé que me fuese a afectar tanto, solo pensé que sería normal, después de todo la situación lo amerita. Por eso no le dije nada a nadie.

- ¿Y a tenido algún otro malestar? Tal vez ¿Cansancio? ¿O cosas semejante?

- cansancio no, pero si mucha ganas de pis a cada nada... Es muy incómodo - le dice en vos baja como que solo quiera que el escuche- pero creo que es por qué tomo mucho jugo.

- Voy a necesitar que vaya a consulta para realizarle un par de exámenes para desechar cualquier timo de anomalía en el sistema digestivo - ella me mira y tomó su mano - será algo sencillo solo simple protocolo, está vez no puedo recetarte nada hasta no salir de dudas. Por ahora solo descanso y nada de preocupación, me voy. La espero mañana a primera hora.

Sale y lo acompañó hasta el elevador.

- ¡Doctor! ¿Seguro que todo está bien? ¿Tengo que preocuparme por algo malo?

Me mira va a decirme algo pero se calla y solo me dice que no me preocupe...

Por mi salud mental decido hacerle caso. Antes de entrar le pido a Emma que pida comida, una bebida sin gas y un poco de fruta fresca en el comedor y que me la llevé a la oficina, me sonríe y asienta, va hasta el lugar y yo entro a la oficina, Andrea ya está levantada, escribiendo algo en el ordenador y apilando papeles en su escritorio.
Esta mujer me hará sacar canas verdes, solo quiero que se quede quieta un segundo pero no, nunca me hace caso.

- Creí escuchar al doctor decir que necesitas descansar... Ahora mismo te llevaré a tu casa.

- Descanso después tengo que terminar de editar un par de manuscritos. —a esto me refiero—, aún quedan varias horas para la salida y no creo que sea justo que tengas prioridades, creo que muchos no sé lo van a tomar bien.

- Pues me vale mierda lo que piensen los demás, eres mi mujer y quiero que descanses y si para eso tengo que obligarte lo haré - me mira con él seño fruncido- así que no me tientes.

- Y que si no te quiero hacer caso... ¿Que harás al respecto? Rodea su escritorio acercándose lentamente- ¿Que pasa si no obedezco jefe? ¡Me castigará!

- Están provocando que lo haga... Puedo ser muy malo si me lo propongo.

- ¿ Así? ¿Y que me hará? -Tira de mi corbata y besa la comisura de mi boca.

- Te puedo castigar muy duro.

- ¿Aquí? - toma miano y la pone en su bello culo- ¿O aquí? - mi otra mano la pone en sus pechos.- ¡Que piensa hacer Señor Storner!

La giro y Hago que quede boca abajo en el escritorio, saco mi muy duro pene levantó su falda y sin aviso alguno entro en ella de una sola estocada, ella gime. Meto mis dedos en su cabello y lo jalo, vuelve a gemir y con la mano libre le doy dos palmadas muy fuertes en sus nalgas haciendo que tomen un color rojo dejando mi mano marcada en ella, entro y salgo de ella con fuerzas. Grita mi nombre. Y no me importa si alguien nos escucha, es mi mujer, y no quiero que nadie la mire. Me inclino hacía ella y la besó con fuerza.

- ¿Me vas a obedecer? ¿O tendré que volver hacer esto? - y la muy descarada se ríe-

- Nunca así que no pare señor.

¿Eres virgen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora