Para Kylie conocer a Sophie había sido lo mejor que le había pasado desde que se fue de casa para ir a la universidad.Era una gran persona, siempre se preocupaba por ella. No coincidían en ninguna clase, pero siempre sacaban tiempo para estar juntas, ir a comer o simplemente estudiar o hacer deberes bajo la sombra de un árbol. Los domingos eran el único día que no se veían, era día de estudio, pero se escribían mucho. Gracias a Sophie, su primer año de universidad fue genial.
El principio del tercer año fue igual de bueno, incluso fueron a adoptar juntas a un gatito de color blanco y naranja al que decidieron llamar Kai. Ambas decidieron comprar un piso y vivir allí junto a su pequeño acompañante.
Su vida parecía perfecta.
Un día Sophie y Kylie paseaban por el campus en el tiempo libre después de una de sus clases. Sophie se paró en seco y se quedó mirando un punto fijo. Kylie siguió su mirada y vio que hacia donde estaba mirando su amiga era a una chica de cabello rubio largo y sumamente liso. La chica tenía la mirada triste y perdida.
— ¿Que pasa? ¿Acaso la conoces?
— No es eso... es solo que... me recuerda a...
Kylie esperó pacientemente a que su amiga encontrara las palabras que estaba buscando.
— Se parece que ti — Dijo Sophie finalmente — El día que te conocí tenías esa mirada.
— Quieres acercarte ¿Verdad?Sophie asintió con la cabeza. Viendo que esta miraba a la chica dudando en su acercarse o no, Kylie agarro de la mano a Sophie y la arrastró hasta estar enfrente de la chica.
No parecía mucho más joven que ellas, seguramente era su primer año.Algo que a Sophie le parecía increíble era la facilidad con la que Kylie podía leerla, saber lo que quería, lo que le pasaba o lo que pensaba en ese momento. El sentimiento de ser completamente trasparente hacia una persona le hacía sentirse atada a ella, pero no de una forma obligatoria, sino que le hacía pensar que Kylie nunca le dejaría, que siempre estaría allí para ella y que nunca le pasaría.
La chica alzó la vista y las miró. Kylie decidió empezar a hablar, ya que debido a la timidez de Sophie era muy poco probable que la conversación fuera comenzada por la mayor.
— Hola, mi nombre es Kylie, y esta — Dijo haciendo un gesto hacia su acompañante. — es Sophie. Te hemos visto desde lejos y nos preguntábamos si estas bien o si necesitas algo.
— Oh, hola... — La chica dibujó una adorable sonrisa en su cara. — Mi nombre es Rose, pero podéis decirme Rosie. Estoy bien, gracias. Siento si os he preocupado. Simplemente estaba un poco aburrida.
— ¿No tienes amigas? — Dijo Sophie demasiado directamente.Kylie miró a su amiga con los ojos abiertos, rezando por que la rubia no se lo tomara mal. No culpaba a Sophie por su inexperiencia en socializar, algunas veces era gracioso o hasta tierno, pero otras era demasiado incómodo. Mientras que Rosie solo se sorprendió, abriendo ligeramente sus grandes labios que acabaron mostrando una tímida sonrisa.
— Tengo una, se llama Lilly. Ambas estamos en nuestro primer año de psicología. Ella lleva faltando unos días. Está enferma, y yo... sin ella estoy sola. — Rosie suspiró y miró a las chicas con sus dulces ojos marrones. Le llamó la atención la forma en la que los ojos color avellana de Sophie brillaban con ilusión e inocencia, pareciéndose a los de un niño pequeño. Mientras que los ojos de Kylie no mostraban ninguna expresión, a pesar de que la chica tenía una bonita sonrisa dibujada en su rostro.
Sophie miró a Kylie, como suplicándole que le dijera a aquella chica lo que ella no se atrevía a decir. Kylie entendió a la perfección a su amiga, por lo que habló.
— Nosotras podemos ser tus amigas, y las de Lilly también. Estoy segura de que nos caerá genial.
— ¿Lo dices enserio? — Los dulces ojos de Rosie recorrieron la cara de las mayores con alegría — ¡Estupendo! Seguro que le encantará conoceros."Estoy segura de que esta chica es como Sophie" Pensó Kylie "Ambas se ven igual de tiernas e inocentes. Si Sophie quiere hacer amigas le ayudaré, cueste lo que cueste"
Aquel día las tres chicas intercambiaron muchas cosas, las más evidentes fueron risas y números. Pero también entrelazaron sus caminos, y, sin saberlo sellaron su destino.
Uno que si lo hubieran llegado a saber, hubieran preferido evitar.
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HASTA LA MUERTE || *¿Cuánto Estas Dispuesto A Dar?*
Misterio / Suspenso- Está llamando a la comisaría, ¿En que puedo ayudarle? Las palabras de la persona al otro lado de la línea telefónica fueron noticia en todo el país. "Éramos once...los hicimos arder" seguido de un tembloroso "ella le clavó el cuchillo" y un fuerte...