HASTA LA MUERTE || *¿Cuánto Estas Dispuesto A Dar?*

4. - SOPHIE

Sophie nunca le tubo rencor a Shaun. Él era exitoso, todo el mundo le admiraba. Ella nunca llegaría a ser eso. Siempre escuchaba a sus padres hablar bien de Shaun, o diciendo que Stacy estaba siguiendo el mismo camino, pero nunca los escuchó hablar sobre ella. O por lo menos, no diciendo nada bueno.

Sophie no entendía cual era la diferencia. Sus notas eran prácticamente iguales que las de sus hermanos a su edad, pero suponía que a sus padres les gustaba más presumir de uno de los mejores abogados de la ciudad con solo 25 años, o de la futura esposa de un modelo internacional, antes que hablar sobre una estudiante universitaria con buenas notas. Sus hermanos siempre estaban por delante de ella, pero mientras que solo veía la espalda de Shaun, Stacy se giraba y la miraba con esa dulce sonrisa que siempre la tranquilizaba.

Cuando se fue de casa para ir a la universidad, lo último que recordaba de sus padres era un "No espero menos de ti de lo que fueron tus hermanos" "Tienes una meta que igualar, no nos decepciones" Sophie ya estaba acostumbrada a eso.

Nunca tubo amigas. No se le daba bien hablar con la gente. Cuando alguien se acercaba a ella, siempre era para acabar dándole de lado y acercándose a sus hermanos, los que parecían no conocer el significado de la palabra soledad, Sophie si lo sabía. Por eso ahora que tenía a Kylie, hacerla feliz era lo más importante.

Rosie también fue un gran apoyo. Ambas veían el mundo de una forma similar. Kylie era más directa, si algo no le gustaba lo decía. Por otra parte Rosie y Sophie trataban de complacer a los demás y caer bien, no buscaban la cima, sino ver triunfar a la gente a su alrededor. Por eso les gustaba estar con Kylie y con Lisa, ellas las guiaban.

Kylie era el cerebro. Lilly la extrovertida. Rosie y ella eran las introvertidas que las seguían. Todas se complementaban muy bien.
Lilly y Rosie se mudaron al piso de Kylie y Sophie. Ahora todas estaban juntas las 24 horas del día.

A Sophie nunca se le ocurrió hablarle a sus amigas sobre sus hermanos. En el fondo le daba miedo que pasara como cuando era pequeña, y que a la gente le acabara interesando más Shaun que ella. Stacy una vez le dijo que a ella también le pasaba eso, de hecho, Stacy la comprendía perfectamente, ella fue lo más parecido que tubo Sophie a una amiga durante toda su niñez y adolescencia. Pero ahora, estaban las chicas. Ahora Sophie era realmente feliz. Sin nadie que le hiciera sombra. Lo único que ella siempre anheló fue esa pequeña felicidad al saber que tenía a alguien que la quería y la apoyaba.