13. - Desaparecido

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A pesar del sol que abrasaba las calles aquella mañana y de estar ya en Mayo, la lluvia acogió a Turner en su camino a casa, que acabó siendo por callejones después de pasar por una tienda y comprar la primera botella de licor que vio.

Se preguntaba porque le había echo caso a Marc. Le llamó y este contestó al tercer tono.
— ¿Turner? ¿Donde estás? Me tenías muy preocupado. ¿Que tal todo? ¿Que te ha dicho? ¿Estas bien?

Las preguntas de su preocupado amigo fueron interrumpidas por la voz apagada de Turner.
— Marc... él... No ha salido bien.
— ¡¿No?! Dios Turner los siento mucho, tranquilo ¿Voy a buscarte? ¿Dónde estás?

Marc sonaba incluso más preocupado que al descolgar el teléfono. Había notado en la voz de su amigo que había estado bebiendo y le asustaba lo que pudiera pasar. Sabia la obsesión que Turner tenía hacía Jacob, era casi insana y conocía demasiado bien a Jacob y a su potente genio como para saber que Turner era capaz de hacer cualquier tontería.

— No vengas.
— ¿Como que no? Turner escucha-

La llamada se cortó debido a que Turner ya había tomado una decisión.

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Cuando Marc notó su teléfono vibrar lo sacó de su bolsillo lo más rápido que pudo.
Después de que su amigo le colgara había estado llamándole y mandándole mensajes durante veinte largos minutos mientras salía a las calles a buscarlos.

Los resultados fueron nulos.

Luego llamó a Jacob, quien tampoco contestó. Finalmente llamó a Shaun, suponiendo que Jacob estaría con él.

Así fue y a través de esa llamada Jacob y Shaun le contaron todo lo que había pasado, lo que Jacob había dicho y ante todo esto Marc solo les dio la razón aún sintiendo repulsión por cómo había podido ser tan cruel con su supuesto amigo, sabiendo lo delicado que era Turner y temiéndose lo peor. Sabía perfectamente que Turner podía hacerle caso a la propuesta de Jacob en esa situación, pero aunque esa posibilidad no era tan descabellada, Marc no quería ni pensar en ella.

Entre lagrimas que habían empezado a salir al ver el nombre de su amigo en la pantalla y, con las gotas de lluvia humedeciendo su ropa a la vez que resbalaban por su rubio cabello contestó.

— Turner dime por favor donde estás. Por favor cálmate, podemos arreglar esto, seguro que Jacob cambiará de opinión lo conseguiremos y estarás -
— Señor por favor cálmese. — La voz de alguien a quien Marc no conocía le sorprendió, y le alivió a la vez, suponiendo que Turner había ido a algún bar y el responsable del local estaba buscando a alguien que le recogiese. Nada más lejos de la realidad. — ¿Es usted Marc, el contacto de emergencia del señor Turner?
— Si, soy yo. ¿Donde está mi amigo? ¿Está bien? ¿Puedo ir a por él?

Marc, quien ha había sacado las llaves de su coche del bolsillo de su pantalón y se encontraba corriendo bajo la lluvia hacia este se detuvo en mitad de la calle al escuchar las palabras de la persona al otro lado de la línea.

— Lamentó mucho tener que decirle esto, pero su amigo ha intentado quitarse la vida al lado de un club nocturno. Si puede llamar a algún familiar de él y venir a-

Marc dejó de escuchar, temía que eso ocurriera, pero no quería que fuera real. Quería despertar de aquella pesadilla. No podía perder a Turner. No debía haberle animado a que le dijera a Jacob lo que sentía. Debía haber avisado a Jacob de que no fuera demasiado duro con él.

La realidad impactó contra él, acompañada de la culpa. Sus piernas temblaron y se apoyó en la pared de uno de los edificios que lo rodeaban.

Marc llamó a su madre para que informara a los padres Turner de camino al hospital que la persona que le llamó le había indicado.

Turner no hablaba con sus padres y a raíz de eso Marc había perdido cualquier conocimiento de su situación actual. Su nublada mente pensó que su madre los localizaría, al haber sido vecinos desde que él y su amigo nacieron. Aunque había una gran posibilidad de que los padres de su amigo ignoraran lo que estaba sucediendo.

Al llegar al hospital agitado y llorando unas enfermeras le detuvieron en la recepción. Él les preguntó por su amigo entre sollozos y estas le dijeron que siendo operado. Lo llevaron a una sala de espera donde alguien vestido con el uniforme del hospital le informó de la situación.

Al parecer Turner había intentado cortarse las venas con una cuchilla en un callejón de la zona de clubes del puerto, el corte no había sido muy profundo Afortunadamente, al policía que estaba de guardia le había parecido ver algo y llegó a tiempo para llevarle al hospital antes de que se desangrara. Revisando sus pertenencias se había encontrado una caja de analgésicos muy potentes vacía, por lo que al comprobar el estado de sus órganos, los médicos descubrieron un potente fallo en los riñones aparte de inflamación en el hígado.

La vida es impredecible. La persona que te dio esperanzas para vivir puede ser la misma que te rompa el corazón en mil pedazos y se aleje de ti. Y hay veces en las que simplemente, después de haber reconstruido nuestra vida tantas veces, los trozos dejan de encajar, como un puzzle con las esquinas desgastadas. Y cuando por fin nos damos cuenta de que debemos cambiar de lugar todas las piezas, a veces ya es demasiado tarde.

HASTA LA MUERTE || *¿Cuánto Estas Dispuesto A Dar?*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora