HASTA LA MUERTE || *¿Cuánto Estas Dispuesto A Dar?*

12. - JACOB

Nació siendo el hermano mayor de una familia muy religiosa. Sus padres no tenían mucho dinero, por eso, aunque quisieran tener una familia grande, solo tuvieron a Jacob y a su hermana pequeña Angel.

Vivían en un barrio en el que la gente les miraba raro. Sus padres no les dejaban salir solos y tenían que ir al colegio público de la zona. Cuando Jacob fue a clases con los demás niños entendió porque les miraban así. Aquellos niños no sabían quien era Dios.

Los primeros años solo se reían, le tiraban la mochila al suelo o le quitaban su almuerzo. Pero cuando intentaba contárselo a sus padres, estos solo le decían que si tenía algún problema, que ofreciera su sufrimiento a Dios y, que no asustara a su hermana sobre ir a la escuela.

Cuando Jacob entró a secundaria, las cosas empeoraron. Llegaron a darle palizas y se reían diciendo que Dios le salvara, Jacob solo rezaba, tal y como sus padres le habían dicho que hiciera. Jacob lo pasaba mal en verano, cuando no podía usar ropa corta porque sus cicatrices se veían y asustaría a Angel.

Su hermana entró a secundaria cuando él ya estaba en su penúltimo año. No la veía mucho por los pasillos, tampoco es que tuviera mucho tiempo entre las palizas y el esconderse de los chicos que le molestaban.

Jacob siempre esperaba a su hermana en la salida del instituto y se iban juntos a casa, pero un día, ella no apareció. Esperó y esperó. Los chicos que le molestaban lo vieron y estuvieron divirtiéndose con él unas cuantas horas. Él no dijo nada, solo miraba la salida del instituto y buscaba a Angel con la mirada.

Los chicos se cansaron. Se fueron y le dejaron allí. La luna llena brillaba con fuerza en el cielo estrellado y su hermana aún no había salido, así que entró al instituto. El conserje le regañó, pero él le dijo que estaba buscando a su hermana.

El instituto estaba desierto, los profesores ya se estaban llenado a casa y solo quedaba el director, quien estaba en su despacho y había sido informado de la presencia del chico, el conserje y el propio Jacob.

Después de buscar por cada aula, por cada armario, por el patio y por la azotea, el único lugar que le faltaba por mirar era el baño de las chicas, al que no quería entrar por respeto, sus padres siempre le habían dicho que debía respetar la privacidad de las chicas, así que finalmente, la preocupación por su hermana le pudo y le pidió permiso al conserje para entrar, ya que esté le había dicho que aún o había limpiado los baños.

Al abrir la puerta sus ojos se abrieron como platos cuando le pareció ver algo en el techo de uno de los cubículos. Jacob entró corriendo y a, abrir la puerta las lagrimas no tardaron en salir. Al tiempo que un fuerte grito de puro dolor salió de su garganta, Jacob abrazó en cuerpo de su hermana e intentó descolgarlo de la cuerda que había colgada a una tubería del techo.

Jacob siguió llorando y gritando hasta que el director y el conserje entraron a la estancia. Al tiempo que el conserje sacó su teléfono y llamó a una ambulancia, el director se acercó a Jacob y le ayudó a descolgar a Angel.

Jacob sentía sus ojos arder, sentía su garganta desgarrarse por sus gritos y su pecho haciéndose cada vez más pequeño.

Cuando los paramédicos llegaron y confirmaron que la chica llevaba ya horas muerta y que no podían hacer nada por ella Jacob solo volvió lentamente al baño mientras el director llamaba a sus padres.

Recogió la mochila de su hermana y observó que dentro había una libreta de color amarillo, una libreta que él le compró el día que ella entró al instituto temiendo que ella sufriera la misma pesadilla que él. Reconoció su propia caligrafía en la primera hoja y, entre lágrimas, distinguió las palabras "Se fuerte" y unas líneas más abajo, la letra de su hermana diciendo "Lo intentaré". A mitad de la página su hermana había escrito palabras para si misma como "Sonríe" o "Aguanta", y en la esquina inferior derecha de la hoja su querida hermana había escrito temblando "Ya no puedo más" Jacob intuyó que había sido lo último que hizo antes de acabar con su vida.