7. - Sonrisas en las sombras

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Cuando Johan llegó a casa ese día le contó la noticia a Harry y a Rod, verlos sonreír y dar saltos de alegría por su primer caso realmente le hacía feliz, aunque nunca lo confesaría en voz alta. Harry notó su felicidad y no perdió la oportunidad de meterse con él.

— ¿Eso que veo es una sonrisa?
— ¡Imposible! ¿Johan sonriendo? Tienes que estar teniendo alucinaciones. — Añadió Rod al ver la sonrisa de su amigo.
— Eso es, duerme un poco Harry, los turnos de noche te están empezando a afectar. — Agregó Johan ocultando aquella sonrisa que solo se formaba en sus labios gracias a sus amigos.

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Como casi todos los días a la hora del descanso para comer, Shaun cogió su coche y se dirigió a la universidad de los chicos.

Comer con Jacob ya era un hábito, que Turner y Marc se añadieran era algo más aleatorio.

Se bajó de su Audi R-8 mientras veía como todos los universitarios se quedaban alucinados ante semejante coche. Caminó hacia donde había quedado con Jacob luciendo su traje más nuevo y quitándose sus gafas, todo de marcas caras y reconocidas. Sonrió al escuchar a algunas chicas hablar de él.

Vio a Jacob sentado en el banco en el que siempre se veían, debajo del árbol de ese árbol que tanto llamaba la atención por sus grandes ramas y el bullicio de sus hojas, un desorden que creaba belleza. Jacob le miró con su típica sonrisa cargada de inocencia.

— ¿Has dejado de presumir, Shaun? — Preguntó Jacob en un tono de burla.
— No es mi culpa que todos se queden embobados mirando mi coche, ropa y cara.
— Engreído...

Jacob le dio un leve golpe en el hombro al mayor. Y ambos se pusieron en marcha hacia la cafetería de todos los días.

Al llegar se sentaron, pidieron dos cafés y una tostada para Jacob y comenzaron a hablar y a ponerse al día sobre las novedades en las vidas de ambos.

— Jacob, hace mucho que no te pregunto, no te habrán vuelto a molestar, ¿no?
— No, tranquilo, todo está bien ahora. Gracias a ti ahora nadie me molesta.
— Me alegro por eso.

Jacob y Shaun continuaron con su conversación, sin darse cuenta de que alguien les estaba observando.

— Así que eres tú... — Dijo para si misma, mientras una sonrisa invadía su rostro. — Te encontré.

HASTA LA MUERTE || *¿Cuánto Estas Dispuesto A Dar?*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora