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- Ohm ¡no muerdas eso! -Mew de inmediato le arrebato al pequeño el bolígrafo que estaba a punto de introducir a su boca para comenzar a morderlo.

Ohm es un bebé muy curioso, tanto Gulf como Mew saben que eso puede ser un factor tanto bueno como malo, al pequeño le gustaba mirar hacía todos lados, observando con detalle las cosas por mucho tiempo de vez en cuando, además le gusta mucho morder las orejas de los peluches de kumamon del omega, pero llegaba el momento en que se aburría de eso y disfrutaba de morder almohadas o inclusive cualquiera de las sudaderas de Mew, pues el alfa las dejaba a veces cerca de él.

- ¿Qué ocurre? -pregunto Gulf entrando a la habitación a paso lento y con un plato lleno de papilla recién preparada para el bebé, Ohm es un gran fanático de lo dulce, y Gulf disfrutaba de prepararle papillas de frutas como la manzana o mango, inclusive de pera.

- Ohm es insaciable -menciono Mew mientras se dedicaba a mirar como Ohm tomaba de nueva cuenta una de sus sudaderas y comenzaba a morder los puños de está misma, él ya estaba acostumbrado a ver esa escena.

- No lo es.

- ¿Cuántas papillas preparas al día?

- Varias -respondió Gulf, no eran muchas las que hacía-, pero no son para un solo día, las hago para que rindan por lo menos unos cuatro días.

Ohm no sabe de lo que esos dos están hablando, se la pasaba mirándolos de vez en cuando, cuando se encontraban frente a él platicando, pero lo que más le importaba era tener su mirada fija en el tazón que el omega tenía en sus manos, ¿de qué se tratará? ¿Es acaso comida?

- ¿Has encontrado a otra familia? -pregunto Mew mientras miraba como Ohm veía al omega con ojos de ensoñación, sabe que lo que en realidad quiere es la comida, pero por supuesto Gulf no se la daría, y mucho menos él, la última vez se la había tirado encima en lugar de probarla.

- Aún no -negó Gulf para después soltar un suspiro-, los perfiles son algo superficiales, necesito leerlos más a fondo para poder elegir a la familia correcta, mientras tanto hay que alimentar al bebé -menciono Gulf esta vez mirando hacía el pequeño.

El alfa no pudo evitar seguir con su mirada las acciones de Gulf, viendo cómo se acercaba a Ohm, sentándose en la orilla de la cama en donde el pequeño se dedicaba a mirar el tazón que Gulf tiene en sus manos.

- Abre la boca pequeñín -dijo el omega con una voz muy dulce, haciendo que el corazón de Mew se sintiese cálido ante tal tono de voz, Gulf es una persona demasiado dulce-. Muy bien mi bebe precioso... ¡abre de nuevo! -insistió el omega animado al ver como Ohm obedecía en comer su deliciosa papilla.

Mew admira lo tierno que es Gulf con el pequeño, a pesar de que a veces se molestaba por levantarse para darle un poco de leche o simplemente cambiarle el pañal, Gulf siempre trataba de demostrar que la molestia se había ido casi por completo cuando se encontraba cerca de Ohm.

El alfa sin poder resistirse más se acercó hasta Gulf, para disponerse a sentarse a su lado y pasar su brazo alrededor de su cintura y por fin acercar su rostro hacía el del omega y darle un beso en la mejilla, le gusta como es de tierno y era inevitable no tener sentimientos más fuertes hacía él.

- ¿Por qué eres tan dulce con él, y no conmigo? -reclamo Mew mirando al bebé que disfrutaba de su alimento y por supuesto de la atención de Gulf.

- Tal vez sea porque él no habla tanto -dijo Gulf con una sonrisa mientras limpiaba con sumo cuidado la boca del pequeño que se había manchado un poco con la papilla que salía de las comisuras de sus labios.

- ¡No es justo! Ni siquiera sabe hablar...

- ¡Gulfi! 

Y con esa simple mención del nombre del omega, Ohm había causado que ambos se quedasen estáticos.

El pequeño acababa de hablar, Gulf soltó el plato que afortunadamente había caído en el piso y no en la cama, Mew literalmente se había quedado con la mandíbula hasta el suelo de la sorpresa, ambos habían quedado anonadados por la situación, el pequeño se dedicó a soltar risas suaves, le gusta ver las expresiones que esos dos ¡son muy divertidas!

- ¿A-a-acaso h-hablo? -tartamudeo el omega aún sin poder creer lo que había pasado.

- Sí, lo hizo... -respondió el alfa que se encontraba igual de sorprendido, pero podía controlarse un poco más-, creo que dijo tu nombre.

- N-no, no puede s-s-ser...

- ¡Claro que lo hizo! -dijo Mew exaltado-. Dijo Gulfi...

- ¡Gulfi! ¡Gulfi! -volvió a repetir el pequeño, haciendo que ambos le mirasen de nuevo.

Ohm sonreía encantado de volver a ver esas expresiones de asombro, no entiende mucho la razón de esas expresiones en sus rostros, pero si le gusta lo que ha salido de sus labios, el omega sentía que su corazón iba a explotar de la emoción que estaba sintiendo, no podía creerlo, escucho su nombre con la voz de Ohm, ¡eso es más que fabuloso! ¡Es un suceso que jamás olvidaría!

- ¡Es tan lindo! Quiero llorar -menciono Gulf. En verdad se había emocionado demasiado.

Mew lo abrazo, soltó un poco más sus feromonas para evitar que Gulf llorase y se tranquilizase, demasiadas emociones para un pequeño rato.

- Sí, es muy lindo -el alfa miro a Ohm-. ¿Puedes decir 'Mew'?

- ¡Gulfi! -volvió a decir el bebé con voz muy animada.

- No, no -dijo Mew mientras daba un gesto de negación con la cabeza-, di 'Mew'.

- Gulfi... repitió el bebé el nombre del omega.

Gulf soltó una risa, el alfa se veía algo decepcionado al no escuchar que el pequeño dijera su nombre.

- Tranquilo, después se lo aprenderá, Mewi.

- Eso espero, y si eso no sucede, entonces comenzará a decirme 'Gulfi dos'.

La adopción es (no) una opción 1. FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora