8

1.7K 300 3
                                    

- A ver pequeño -Ohm observaba a Mew quien lo tenía abrazado, el alfa esperaba más atención de parte del bebé, que al menos no tenía los peluches de kumamon cerca para obtener un nuevo lanzamiento de parte del bebé-. ¿Quieres salir a caminar conmigo?

- Mew, vamos a dar un paseo los tres, Ohm lo necesita ha sido una larga semana.

Gulf estaba hecho un completo desastre, aunque a los ojos de Mew se viera perfecto, la realidad era otra, Gulf ahora podía ver sus ojeras pronunciadas debajo de sus parpados, no había dormido bien durante tres días, y es que tener a Mew en su departamento -que por cierto no lo dejaba ni siquiera un rato solo- y al bebé llorando por alimento, se convirtió en el omega más cansado de la historia.

- ¿Estás seguro de que quieres salir así? -pregunto Mew, Gulf tenía hecho el cabello un desastre total, además de esas ojeras tan resaltantes y sus ojos cansados.

- ¿Qué quieres decir con eso, alfa? -frunció el ceño molesto por la pregunta hecha por Mew.

Mew sabe que estaba jugando con fuego al haber realizado esa pregunta, y más por la mirada del omega, en cambio Ohm podía sonreír satisfecho de ver como Gulf se estaba molestando con el otro chico, pensaba que así podía dejar de molestar a Gulf, a quien estaba considerando muy seriamente que era su verdadero y único padre biológico.

- No lo tomes a mal, pero -trago en seco para poder continuar, sentí que en su garganta se estaba a punto de formar un nudo para impedirle contestar-, no te ves... con ánimos.

- ¿Y? -Gulf apretó la mandíbula-. No me importa eso, si quieres no voy, así no te verán con un omega patético, será mejor que sueltes a Ohm y te largues de mi departamento.

- ¡No quise decir que te vieras patético! No te ves patético, solo no quiero que te esfuerces demasiado.

- ¡Entonces mejor cierra la boca! -exclamo Gulf-. No me importa si me quedan viendo como un bicho raro, nunca me ha interesado, puedo ir como se me venga en gana, podría salir desnudo si quiero.

- No te atrevas a hacer algo como eso, además te ves cansado, no quiero que te esfuerces, puedo llevar a Ohm yo.

El omega le dio la espalda, estaba enfadado, podía sentir que sus dedos de las manos picaban por querer cerrarle la boca al alfa de un puñetazo, pero no es como si se sintiera con la energía suficiente para hacerlo, sin más emprendió camino hacía su habitación, tomando el pomo de la puerta abriendo y en cuanto entro, cerró la puerta con fuerza, causando un estruendo debido a sus acciones. Mew soltó un suspiro, había hecho que su enorme boca le metiese en problemas con Gulf, camino con el bebé en sus brazos hacía la habitación del omega, y abrazando a Ohm con su brazo izquierdo, dio unos golpecitos con su mano libre a la puerta de la habitación del omega.

- ¡Gulf! -le llamo, pero esté no dio respuesta.

- ¡Vete Suppasit! -por fin respondió, no sonaba nada contento-. Estoy enojado...

- No deberías de estarlo, Gulf -dijo Mew con voz calmada-, no lo dije con malas intenciones.

- ¿Un no? -Mew noto el sarcasmo en aquella pregunta-. ¿Por qué no mejor te vas? A lo mejor consigues otro omega más lindo que pueda acompañarte a dónde quiera que vayas, idiota.

- GULFFFF...

- ¡Vete! No quiero hablar más contigo.

Mew soltó un suspiro al escuchar de nueva cuenta que era echado por Gulf. Miro hacía el bebé había mucha diversión en esa mirada del pequeño.

- Parece que eres el único aquí que lo está disfrutando o solamente no comprendes lo que ocurre -Ohm miro hacía la puerta-, bueno seremos tú y yo contra el mundo, pero... -miro la puerta de la habitación de Gulf, no podáis solamente dejarlo así, tenía que ponerle un remedio a todo esto-, creo que es buen momento para darle un regalo, ¿quieres ayudarme a encontrar algo que le guste a mi girasol?

El bebé no hizo más que ladear un poco su cabeza, no comprendía esas extrañas palabras, apenas y estaba logrando comprender algunas de ellas, pero por los hechos que vio que sucedieron hace apenas unos minutos, suponía que el chico que le cargaba estaba planeando algo por sentirse arrepentido.

- Bueno, vamos Ohm -hablo Mew, pero el bebé simplemente se quedó mirando la puerta hasta que por desapareció de su vista.

Gulf en cambio, se la paso refunfuñando toda una hora en su habitación, analizando las palabras que tanto el alfa había dicho como él, es obvio que la molestia llegaba de nueva cuenta hacía él, pero de alguna forma podía comprender un poco las intenciones de Mew, y aun así no le cabía en la cabeza como es que ese alfa le había dicho que era feo, sin siquiera mencionar la palabra.

Y claro menos comprendía el porqué de que siguiera allí con él, si en verdad se trataba de un omega feo, entonces ni siquiera debería estar allí pidiendo casi de rodillas que dejase invitarlo a salir, Gulf soltó un resoplido mientras se tiraba en su cama de nueva cuenta, extendiendo sus brazos hacía los lados, y con su mirada directa en el techo de su habitación.

- Ese alfa es un idiota...

Mew no es muy bueno a la hora de querer expresar sus palabras, como ahora había hecho, ya pesar de que Gulf no le daba importancia nunca a las palabras de otras personas, las que había dicho Mew en específico, sí que le afectado.

Se giró para quedar recostado del lado derecho de su cama y miro lo que había en el suelo, algunos de sus peluches de su afamado y amado kumamon por todo el piso, algunos estaban muy apachurrados y otros aún tenían rastro de saliva del bebé, ¡vaya que Ohm podía ser un destructor de kumamon si se lo proponía!

- Tendré que lavar algunos, y cocerlos... -menciono en voz baja, mucho trabajo, demasiado para un universitario a punto de terminar con su carrera.

A pesar del desastre que a veces causaba ese pequeño, definitivamente Gulf lo quiere, no importaba si inclusive llegaba a destruir su colección de peluches, no importaba que le quitase muchas horas de sueño, todo se repone con solo ver a ese bebé sonreír.

Escucho algunos leves golpecitos a su puerta y rodó los ojos, de mala gana se incorporó para por fin acercarse a la puerta con pisadas fuertes debido a que tenía una idea de la persona que encontraría al abrir la puerta.

- ¡Te dije que...! -Mew había colocado un pequeño ramo de flores frente al omega y dentro de ellas, había un llavero de peluche de kumamon -... te fueras.

- ¿Sorpresa? -está bien, no sabía si Gulf terminaría por tirarle el regalo en la cara, esperaba una reacción buena de su parte.

- No era necesario que me comprarás algo -dijo Gulf sin una expresión en su rostro.

- ¡Claro que es necesario! Mira, tal vez no me exprese correctamente, pero quiero que sepas que ningún omega se comparar contigo, mi girasol-confeso, hablaba muy en serio.

- Eso es muy cliché y cursi viniendo de ti -cruzo sus brazos sobre su pecho-. ¿Algo más?

- Te amo.

Gulf a pesar de querer seguir molesto no pudo evitar que el sonrojo subiese a sus mejillas, no podía creer como ese alfa podía decir aquello tan a la ligera. Son palabras fuertes, demasiado fuertes, no podía solo ser una broma o un intento inútil para que le perdonase.

- ¡No digas eso!

- ¿Por qué no? -retiro el ramo-. Sabes que te amo, te quiero, quiero que seas mi omega y de nadie más, eres mío, mío, mío -volvió a dirigir el ramo hacía el omega-, ¿lo aceptarás?

- Eres muy posesivo -menciono Gulf.

- Solo contigo me comporto así, Gulfi -sonrió e insistió a Gulf en que tomase el ramo.

- ¡Cállate! -exclamo el omega, para después arrebatar las flores de las manos de Mew, solo por hoy aceptaría ese obsequio.

La adopción es (no) una opción 1. FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora